El mejor reencuentro

21. "Viendo el mar"

El sol que alumbraba a mi ventana me hizo despertar y dar cuenta que un nuevo día había llegado. Y si, sería el día de la sorpresa. Al llegar al baño, mi celular empezó a sonar así que contesté la llamada.

-Buenos días, recién contestas. Te he enviado miles de mensajes.

-Recién me levanto. -bostecé.

- Son las once y media de la mañana ¡qué madrugadora!-dijo Oliver fingiendo estar enojado. -¿Ya desayunaste?

-Y eso que me levanté temprano a comparación de los domingos. -reí. -Ahorita voy a hacerlo.

-No, no lo hagas. Enseguida te llevo comida. No te muevas.

Cortó la llamada y yo proseguí a darme una buen baño refrescante. Definitivamente estas épocas de calor me hacen bañar tres veces al día. Eché crema para peinar a mi cabello y una humectante para mi cuerpo, me ubiqué un vestido sencillo y luego cepillé mis dientes. Cuando iba por un vaso de agua, el timbre de la casa sonó y abrí la puerta.

-Tu jugo verde que tomas en las mañanas, dos huevos cocidos, una tostada y un té. -dijo Oliver entregándome dos fundas con comida adentro.

-¡Qué rico! Gracias. -cogí las fundas. -Entra.

Dejé las cosas en el mesón y tomé el vaso con agua.

-Ya vengo voy a mi cuar...-cuando estaba a punto de retirarme de la cocina, el jaló mi brazo izquierdo y me dio un suave beso en los labios. -Necesitaba recibir estos buenos días. -dijo viéndome fijamente a los ojos. Sus brazos estaban en mi espalda y nuestra distancia era muy pequeña. -Estás muy bonita.....y hueles muy rico.

Mis brazos seguían en mis costados y ya me estaban incomodando, no sabía donde ponerlos. Así que disimuladamente me solté y le agradecí.

-Ya vengo. -le dije con una sonrisa.

Me dirigí al cuarto a ver mi cartera. No es que no quiera estar con él ni que no lo aprecie, pero es que en la mayoría de veces no sé qué responder cuando me dicen algo bonito y aún más viéndome fijamente a los ojos, me hace sentir un poco nerviosa así que simplemente me retiro de ahí sin decir una palabra. Y sé que está muy mal porque debería volver el afecto si es que en verdad lo siento, pero se me hace complicado. Ojalá que con el tiempo lo haga.

-Ya regresé. -ubiqué mi cartera en el mueble y cuando llegué a la cocina, ya toda la comida estaba servida en un muy bonito estado. -¡Qué lindo! Muchas gracias.

-Ahora siéntese, mi bella dama. -hizo un gesto muy elegante para que me sentara en la mesa. Aunque en realidad parecía anticuado.

-Muchas gracias, señor. Usted es muy cortés. -le seguí su juego.

-Espero que deleite con rapidez su comida porque se tiene que ir a ver una sorpresa que le tiene un hombre muy guapo.

-¡No me diga que David Beckham ha venido a la ciudad por mí! ¡Vaya sorpresa! -le di un sorbo al jugo verde que estaba frente a mí.

-¡Me has ofendido! -se rió. -Yo soy más guapo que él. -se sentó en la silla que estaba a mi lado.

-Claro, como digas. -torcí los ojos y procedí a desayunar tranquilamente.

Oliver no era para nada feo, cuando éramos pequeños y habían fiestas en la escuela donde iban todos mis compañeros, mis mami siempre lo veía y decía que era muy bonito y que cuando crezca iba a ser más pero yo lo veo lo mismo. Obviamente que algunas partes iban a cambiar, como estatura y peso, ahora está alto y flaco, pero gracias al gimnasio, algunos músculos se le han marcado. Tiene un nuevo corte, muy varonil, al estilo Justin Bieber en el 2012. Su piel siempre ha sido muy suave y un color blanco elegante. La sonrisa también se ha mantenido desde que era pequeño y no ha tenido la necesidad de usar ortodoncia, es agraciada y permitía que unos hoyuelos se le formen cuando reía. Pero lo que más gusta son sus ojos, puede que sean el típico marrón de todos pero él los tiene un poco distinto. Son un poco claros y combinan perfectamente con sus abundantes pestañas arqueadas. Puede que tampoco sea el gemelo del famosísimo Beckham pero a mi me gustaba él por su personalidad mas no por su belleza. Incluso habían veces que quería renunciar a él por eso mismo, porque sabía que él siendo un chico guapo jamás se iba a fijar en alguien como yo.