16. "Inconvenientes"

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No odiaba a Ashley ni nada por estilo, pero no quería que ocurrieran inconvenientes entre Oliver y yo.

-¿Hay algún problema? -dijo Nicolás al oír un silencio incómodo entre nosotros.

-Ninguno. -dije de inmediato fingiendo una sonrisa.

Ellos se fueron al cuarto y nos dejaron solos de nuevo a Oliver y a mí. Me dediqué a dar la última mezcla de ingredientes mientras seguía con el rostro cabizbajo.

-¿No confías en mi? -me alzó la quijada y me vio fijamente.

-Sí, sí confío en ti, pero no en ella.

Me dio un cálido beso en los labios que me hizo que me tranquilizara y luego me ayudó a ubicar la torta en el horno. Todo estaba saliendo muy bien según las instrucciones, lo único malo era que teníamos que limpiar todo el desastre que habíamos provocado. Mi ropa era toda sucia de harina mientras que cargaba un huevo quebrado en mi cabeza al igual que Oliver.

La noche llegó y todos nos dedicamos a comer la torta en la mesa.

-Ya sabes a qué dedicarte, Oliver. -dijo Diego y todos reímos.

-Te quedó rica. -dijo Ashley y hubo un silencio minucioso.

-Gracias, pero la preparamos los dos. -dijo Oliver viéndome para luego darme un beso en la mejilla. Liliana, Diego y Nicolás reían por bajito, mientras que Ashley cargaba una mirada de furia intensa.

Todos terminamos de comer, Liliana y yo nos dedicamos a recoger los platos y lavarlos. Mientras que los chicos estaban en la sala jugando play y Ashley en su cuarto. Cada plato que lávabamos, Liliana me protestaba que Ashley también debería estar haciendo algo, y que nosotras estábamos quedando como unas empleadas ante ella.

-Es que, mírala, es una completa sin vergüenza. Nisiquiera juntó su plato. -dijo Liliana mientras la fulminaba con la mirada y lavaba los vasos.

-Ya, no importa. Mejor acabemos con esto rápido.

Terminanos de limpiar la cocina y luego fui a la sala para ver a Oliver pero no estaba y los chicos me dijeron que estaba arriba. Subí las escaleras y lo vi, parecía angustiado, estaba todo sudado.

-¿Qué te pasa?-le dije preocupada.

-Nada, es que... estaba en el baño, y creo que la torta me hizo daño. -dijo sobándose la barriga.

-Vamos a la cocina para hacerte un té de manzanilla. -le dije riendo.

Sentía como que me ocultaba algo, no sé porqué. Amelia, debes confiar en él.

Le preparé el té de manzanilla y se lo dejé para que lo tome solo, mientras yo iba al baño para tomar una ducha. Mi habitación se ubicaba alado de la de Ashley, por lo tanto pasé por ella y no pude evitar en percatarme que estaba con ropa interior, ¿A quién se le ocurre estar con ropa interior estando la puerta abierta?

Bajé en pijama para ver televisión pero justo en ese momento todos ya estaban a punto de subir para dormir en su respectiva habitación. Querían despertar temprano para practicar algo de surf. Llegué a la habitación junto a Oliver e igual seguía raro, no hablaba para nada.

-¿Qué tal el té? ¿Te hizo efecto? -le dije con una gran sonrisa, para ver si se animaba.

-Sí, estaba rico. Muchas gracias. -dijo sacando la pijama de su bolso.

-¿Te pasa algo? Pareces preocupado. -le dije al acercarme a su cama.

-Es el sueño, mañana hablamos.

Me dirigí a mi cama desconcertada por su comportamiento. Me cubrí con las cobijas y me giré para ponerme a pensar. A él de seguro le pasa algo, él no se comporta así.

El mejor reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora