Los delitos: homicidio intencional calificado
por alevosía, trato cruel, lesiones personales
graves y abuso sexual.
Decisión: se ratifica medida privativa de
libertad para los cinco imputados.
El comisario Arias y la patóloga Pagliaro, a
pesar de que intuían la explosión del pueblo,
presenciaron conmocionados los sucesos de
Guanare. La comunicación con sus fuentes en los
organismos de seguridad se bloqueó durante 24
horas. Impávidos ante la violencia, decidieron
monitorear los hechos desde la residencia de una
juez amiga.
—Los saqueos fueron selectivos en las casas y
locales comerciales vinculados con los imputados
—analizó el comisario—. Lo que quedó claro, es
que los organismos de seguridad nada hicieron
para impedirlos. O porque se sintieron
desbordados, o porque en el fondo ellos
compartían el sentimiento de la gente.
—Es que todo el pueblo, y esto incluye a las
fuerzas del orden, conocían la ruta de los lugares
que iban a ser destruidos. Eso nos consta —
precisó Pagliaro—. ¿Qué más irá a suceder?
—Al pueblo le ha tranquilizado conocer que
los cinco imputados serán llevados a juicio. Lo
más importante ahora es que ese proceso sea
llevado con justicia y con transparencia y que
mantengan a los ciudadanos informados. Fue un
grave error el silencio, en especial en este pueblo
tan dolido por lo que le hicieron a Dayan —
reflexionó el comisario.
—La transparencia —repitió Pagliaro—,
todavía siento que hay cabos sueltos.
—Y nosotros tenemos trabajo por delante.
¿Tendrás alguna bebida fuerte, por ahí? —le
solicitó Arias a su amiga juez—. Intentemos pasar
este mal trago, con uno bueno.