Esto quiere decir que estamos ante una huella de
mordida agresiva, traumática, que busca lesionar a
la víctima. Sus características son: impresión de
los bordes incisales de los dientes en la piel de la
víctima, con escoriación en las impresiones de
cada pieza. ¿De quién es la mordida? Al
encontrarse las huellas en la víctima y teniendo
una serie de imputados, se tuvo que realizar un
registro de mordida a cada uno de ellos. Esto se
hace con una cera especial, la cual se corta en
forma de herradura completa, y se le introduce en
la boca a cada sujeto, quienes proceden a morder y
dejar su impresión en la cera; al tener todos los
registros, se hacen las respectivas comparaciones
de medida, posición, tamaño y forma de cada
impresión de bordes incisales. Cada registro se
transfiere a una hoja en blanco, rayando solo la
impresión de los bordes incisales sobre el papel,
quedando una marca, la cual se va a comparar con
una imagen o dibujo calcado de las mordeduras
que se observaron en la víctima, que es transferido
a una hoja de acetato; se busca sobreponer la
marca en la huella, hasta que dé una coincidencia.
La coincidencia fue con Anney Montilla».
El odontólogo forense considera que las
mordeduras fueron infligidas cuatro o cinco días
antes de la muerte de Dayan, según las
características visibles de cicatrización.
Anney Montilla admitió haber mordido a
Dayan, a manera de juego...
A los cinco imputados, el especialista José
Ledezma Carmona les realizó experticias
toxicológicas para determinar si estaban bajo
efectos de sustancias estupefacientes o
psicotrópicas. Resultaron negativas.
Desde que se conoció la muerte de Dayan, el
pueblo insistía en la versión del consumo de
sustancias ilícitas. Sobre el grupo Mujeres de
Ambiente, con frecuencia referían —ciertos o no
— escándalos pasionales, bañados en licor y
drogas. Para la comunidad, solo unos seres bajo el
influjo de potentes sustancias químicas, podían ser
capares de hacer tanto daño a un niño. A eso se
sumaba la historia del rito satánico. Los
guanareños no encontraban otra explicación. Pero
las pruebas toxicológicas desmintieron el
argumento colectivo. Al menos en horas previas a
la muerte de Dayan, ninguno de los cinco