Lo cierto es que puede que ellos agredan a
Dayan, y no le vean la gravedad al asunto. Eso
perfectamente puede suceder. Hay un nivel
superior de culpabilidad o de perversión, que
también es probable que ocurra: «yo sé que le
estoy haciendo daño, sé que lo estoy haciendo
sufrir, sé que esto es grave, y por eso lo hago». En
este caso, estamos hablando de niveles, donde la
intención consciente es dañar, y la asumen como
tal.
Hay todo una gama de posibilidades que
explica por qué actuaron estos cinco señalados de
esta manera contra Dayan. ¿Cuál ocurrió? No me
atrevería a decirlo, pero en ningún caso, los
excusa.
Lo claro es que son imputables, juzgables.
Aqui no estamos hablando de insania mental, ni
incapacidad de distinguir el bien del mal, ni falla
de juicio —capacidad de distinguir lo real, de lo
que no lo es—, nada que permita decir: esta gente
no sabía lo que hacía. Ellos sabían lo que hacían,
sabían que el niño lloraba porque dolía, porque
una violación, un mordisco, un cigarrillo en la
piel, son dolorosos.
Aquí el riesgo es que por querer irnos al
campo científico, de explicar todas las
posibilidades de antecedentes de esta conducta
perversa, olvidemos que la única lectura que nos
debe interesar es la de un niñito sufriendo. Que no
tiene por qué saber cuál de todas estas opciones es
la que se produce. Porque el sufrimiento está ahí.
Le duele, sea porque la persona le hiere porque a
los «machos se les hiere», sea porque considera
eso normal, o porque es un sádico perverso. Debe
quedar claro, que una cosa es explicar
formalmente la cantidad de situaciones probables,
y otra, que el daño infligido es el mismo.
¿Cualquiera de nosotros puede ser uno de estos
seres? Sería forzado decirlo, porque sería como
afirmar que la conducta humana es aleatoria. Y eso
no es verdad. La conducta humana es altamente
explicable, porque es mayoritariamente aprendida.
Sobre la marcha, hay una cantidad de factores que
la explican. Tú vas incorporando al repertorio de
conducta, lo que por socialización, maduración,
aprendizaje, vas adquiriendo a lo largo de tu vida.