Debe ser una investigación sin
mediaciones de poder, de dinero o de estatus.
Quien no la debe, no la teme. Tendrá alguno que
admitir que falló en su responsabilidad, por
descuido, sin intención, pero es una cuota de
responsabilidad.
Lo cierto es que es un caso que escapa al
simple homicidio con saña, de una gente mala, en
contra de un bebé indefenso. Eso es solamente el
comienzo. La cantidad de aristas que esto tiene,
desde el punto de vista de sociedad, de
comunidad, de relaciones sociales, de respuestas,
de inoperancia, hace que esta narración, cobre
valor. Esto debe ser una especie de campanada de
alerta. Que Dayan sea el último. Que hagamos
algo. Que la próxima vez un tribunal de menores
actúe con conciencia, que un médico a la hora de
firmar un reposo lo piense tres veces, que cuando
una maestra vea la mínima señal de maltrato acuda
a las autoridades, que cuando un vecino oiga o
detecte algo extraño actúe de inmediato, que la
próxima vez, que la próxima vez, que la próxima
vez... que aumentemos las posibilidades de que
esto no ocurra.
Aquí hay gente que dice que la maldad siempre
estará entre nosotros. Es un tema complicado. Se
afirma que hay un porcentaje muy pequeño de
gente mala, un porcentaje muy pequeño de gente
buena, y un porcentaje inmenso de buenos o malos
situacionales. Soy bueno o malo, dependiendo de
las consecuencias. Es una lectura un poco dura,
pero tiene cierta evidencia empírica. Eso no es
nada nuevo en psicología. Como dije antes, tú no
puedes, como sociedad, confiar simplemente en
que la maldad no aparezca, o que la bondad reine.
Tú, como sociedad, tienes que crear los
mecanismos de socialización, de respuesta de
instituciones, que hagan que la conducta de maldad
sea costosa. Tienes que crear la disuasión para que
a la hora de yo actuar con maldad, tenga que
pensarlo, y concluya que me va a salir carísimo, y
entonces decido no hacerlo.
No hay pueblos buenos ni pueblos malos. Hay
pueblos que se comportan de una manera, o se
comportan de otra, dependiendo básicamente de
las consecuencias. Lo que tenemos que hacer es
subir el costo a las conductas de maldad, o a las
conductas agresivas y violentas, para que no se
produzcan, porque de lo contrario, van a ocurrir.
Porque si es más barato delinquir que no hacerlo,
los delitos se van a producir. ¿Se puede lograr en
100 por ciento de los casos, que la sociedad
aprenda a no actuar con maldad, ni con violencia?
No es fácil, ni rápido, ni probable. Pero dado que
la conducta, es esencialmente aprendida, es
perfectamente posible. A eso debemos tratar de
llegar. Y hacia allá tenemos que orientar nuestros
esfuerzos como país.