¿Por qué no dejar que un tío o cualquier otra
persona a quien quiero, me toque? Recordemos
que en abuso sexual, 80 por ciento son personas
cercanas y donde hay vínculo. Y no es que la
persona penetre al niño, sino que crea un clima de
confianza con caricias, muy parecidas a las que le
damos las personas que le brindan afecto, solo que
quien abusa va cambiando el tipo de caricia en la
medida que tiene la confianza y el acercamiento.
Entonces el niño entiende que así como te pegan
para que tú seas bueno, por qué no dejar que te
acaricien para que seas bueno, de acuerdo con los
requerimientos de otro. En muchos casos, la gran
mayoría de niños abusados sexualmente, han sido
castigados físicamente. Porque se hicieron
tolerantes a que su cuerpo sea tocado, para
satisfacer las expectativas de otro. No le
busquemos más vueltas.
La actuación de los médicos en el caso de
Dayan, y esto es delicado, porque los médicos
dicen: «a mí me llegan muchos casos en los que yo
sé que el niño no se cayó. Sé que no se dio un
golpe con la puerta, ni con la punta de la mesa. Y
cuando es abuso sexual, sé que no es una
laceración en el ano, si no que ese niño fue víctima
de violencia. Pero yo me quedo callado, porque si
hago la denuncia voy a tener que ir a la Fiscalía a
declarar, y para empezar no tengo tiempo para
hacerlo, y si lo hago, me pongo en peligro, me
pongo en riesgo, porque esos muchachos viven en
un barrio —en el caso de los sectores populares—
y me puedo buscar un problema por el que me
quiten la vida». Entonces el médico se hace
cómplice, y enmascaran los diagnósticos, o mejor
dicho, describen la lesión, pero no dicen qué la
produjo. Cualquier médico sabe por el tipo de
lesión cuándo se trata de una agresión, para
corregir, o para abusar sexualmente. Por el temor
que hay a la desprotección del denunciante, esos
médicos guardan silencio. Y en la historia de
Dayan hubo un silencio guardado,
independientemente de que le hayan dado socorro
o atendido. En el caso de ese niño, había que
actuar. Debían acudir al Ministerio Público y
hacer la denuncia.
En todas las lesiones de Dayan hubo testigos,
médicos que no actuaron por negligencia, miedo, o