IV CABOS SUELTOS, parte7.

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—Es posible, pero solo Gellinot y Valentina,

ningún otro, está señalado en este juicio como tal

—respondió el abogado.

Luego retomó la palabra, con énfasis:

—Algo les quiero advertir, antes de concluir.

La nueva reforma del Código Orgánico Procesal

Penal elimina la figura de los escabinos. Eso

significa que la decisión la tomará un juez de

manera unipersonal.

»A muchos nos inquieta qué pasará luego de

que entre en vigencia esta reforma del COPP en

enero de 2013.Es un debate que está por venir.

»En tanto el juicio, les repito, porque quiero

ser muy respetuoso en esto, ya se verá qué

criterios valorará el juez. Dependerá también de la

fuerza y contundencia de lo que presente el

Ministerio Público y, claro está, la actuación de la

defensa.

Los cinco imputados fueron trasladados a la

Comandancia de la Policía de Guanare, en la

madrugada del 17 de febrero. Las mujeres fueron

llevadas desde la prisión de Coro, en un vehículo

blindado con escolta militar. Para el enfermero

Yure también hubo medidas de seguridad, desde la

cárcel de Tocuyito.

Cuando Guanare despertó ese viernes, la

Guardia Nacional tenía tomados los alrededores

de la Comandancia de la Policía. Hasta allí se

trasladaría el tribunal. Las autoridades no querían

correr riesgos. Evitaban cualquier evento parecido

a los sucesos del 5 de diciembre, que acabaron

con los vidrios del Palacio de Justicia, entre otras

cosas.

La audiencia comenzó a las 2 de la tarde y se

realizó sin mayores contratiempos. Se efectuó —

cosas de Dios— en la capilla de la Comandancia

de la Policía. Duró algo más de cuatro horas. A los

cinco imputados los habían mantenido juntos en

una misma celda en la espera del inicio del

proceso. Testigos de su ingreso al tribunal los

recuerdan a todos bien vestidos. Las mujeres se

mantenían unidas, mientras Yure, el enfermero,

trataba de apartarse de ellas.

Presidió la juez de control No 1, Elker Torres

Caldera. En esta ocasión, cuatro imputados

contaban con defensores privados. Solo Anney se

mantuvo con Francisco Barrios, defensor público.

También estaban los fiscales Samuel Acuña,

Apolonio José Cordero, Daniel Guédez Hernández

El grito ignorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora