Pero ese día,
la gente desahogaba todo tipo de improperios
hacia el sótano, y unas voces femeninas —se
presume que de Anney y Jellinot— comenzaron a
responder con igual fuerza y con rudas groserías.
Retaron al pueblo.
Se formó una batalla campal. Un grupo
comenzó a quemar basura. Los vidrios del Palacio
de Justicia, nada preparados para manifestaciones,
cayeron a las primeras pedradas. Algunos cuentan
que en la confusión, o actuando como
manifestantes, efectivos de la Guardia Nacional
lanzaron lacrimógenas a los sótanos de los
tribunales, donde estaban los detenidos. El
edificio tuvo que ser desalojado.
Un primer mensaje corrió como por arte de
magia: «quemen La Cobacha». Se referían a la
discoteca, hasta hace poco propiedad de Mateo, el
exesposo de Doris (la policía afirma que él sigue
siendo el propietario), a la cual asistían los más
prominentes personajes de la sociedad guanareña.
Allí era frecuente encontrar a altos funcionarios de
la policía del estado, algunos militares y variedad
de jefes de entes públicos. Mucho se habló de un
agasajo que había realizado Mateo para la
celebración del Día del Policía. Comentario entre
los periodistas fue que les había regalado
celulares touch a los funcionarios. La Cobacha
parecía intocable porque además está ubicada a 50
metros de la Comandancia de la Policía. Eso no
frenó al pueblo.
Nadie intervino para detener a las masas
enardecidas, a pesar de que los organismos de
seguridad conocían, igual que el resto del pueblo,
«la ruta de la venganza». Eran las 6:30 de la tarde.
Pero La Cobacha no era suficiente. A las 7:30
de la noche, la furia se consumó contra la tienda
La Roca, una zapatería propiedad de una hermana
de Mateo. La casa de Anney fue destrozada, y
hasta a la residencia de Norelys, la inspector jefe
de la policía, llegaron los daños. A La Casa del
Pastelito la remataron, y la nueva sede que estaba
montando Mateo como sucursal, y aún no había
inaugurado, también. Pero caso especial para la
poblada, fue la casa de Doris, no solo por ser la
más lujosa, grande, con piscina, jacuzzi en el baño,