Eve

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"Una semana después"

Nuevamente es jueves y nuevamente es un día laboral, no es que no me gusté trabajar, al contrario, me encanta, pero hoy me siento cansada. Más de lo normal. Anoche ayude a Lion y a Laila con sus tareas y termine agotada. Cuidar a dos pequeños monstruos de nueve años sin ayuda de nadie no es nada fácil. Todo era tan diferente cuando mamá y papá estaban aquí...

—Oye Eve, iré por un cafe aquí a la esquina, ¿quieres que te traiga uno?— pregunta Tom sonriéndome.

Asiento con la cabeza, claro que necesito un cafe por el amor de Dios.

—Yo también quiero uno— dice Iris llegando hasta nosotros.

—Iris puedes encargarte de acomodar las macetas el día de hoy, me siento algo cansada, creo que mejor atenderé la caja registradora— ella asiente y frunce el ceño.

—¿Te encuentras bien?— asiento y sonrió para calmarla.

—No es nada, solo estoy cansada y algo desvelada es todo.

Tomo mi lugar en la caja registradora y empiezo a atender clientes. Es más sencillo trabajar en este puesto.

Después de unos minutos llega Tom con nuestros cafés, no fue necesario decirle como iba el mío, infinidad de veces me ah traído cafe que ya se memorizo como es que me gusta.

—Escuche que te sentías mal, así que te compre una tarta de chocolate y unos dulces— sonrió ampliamente.

Tom siempre es tan amable.

—Muchas gracias Tom, siempre sabes que hacer para hacerme sentir mejor— sonríe y se va.

Empiezo a creer que Iris tal vez tenga razón, pero aunque así fuera yo no podría tener nada con Tom ni con nadie. No me lo tengo permitido.

Tengo ese instinto de voltear a la puerta cada vez que escucho la campanilla y esta vez no es la excepción. Al oír la campanilla el mismo chico de la semana pasada entra. El castaño ahora lleva puesto un Smoking negro, su rostro luce aun peor que la última vez. Ahora no solo es preocupación, ahora también noto tristeza, pero no tan solo una simple tristeza, es una tristeza de esa que aunque seas ajena a ella, te duelen en el alma.

Desde hace una semana que vino me quedo esta espinita de saber si su novia lo perdono, espero que si, quiero decir, el chico se veía fatal.

Minutos después esta frente a mi, sus ojeras son aun peores y esos ojos grises no llevan ni una pizca de brillo ni alegría, incluso se ven irritados, parece que ah estado llorando. Esta vez no lleva Margaritas, esta vez lleva un ramo de rosas blancas.

Estoy realizando su compra y el vuelve hablarme. Pobre chico, pareciera que no tiene nadie con quien desahogarse y lo hace con una simple extraña.

—No me perdono— dejo te teclear y lo miro un segundo antes de volver a teclear.

—Vaya, estaba segura de que lo haría— digo para intentar animarlo, pero no funciona.

—Estas son para mi madre— dice haciendo un movimiento con su cabeza hacía en ramo de rosas —Ah fallecido esta mañana— me quedo sería, eso realmente me ah tomado por sorpresa —Tenia cáncer y no me lo dijo nunca— ahora no solo me quedo sería, ahora también me quedo en shock.

Quiero decirle que lo entiendo, que se lo que es perder a una madre, incluso a un padre también, que entiendo su dolor y que todo estará bien, que su madre dejo de sufrir y que justo ahora esta en un lugar mejor. Quisiera decirle todo eso pero no lo hago.

—Yo, lo siento mucho— asiente cabizbajo sin verme a la cara.

—Gracias.

Término de realizar su compra, toma las rosas y se va.

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Ows, pobre del chico, y digo chico por que aun no encuentro un mendigo nombre, si supieran lo tanto que tarde encontrando un nombre para Eve, por que buscaba uno que fuera sencillo y bonito, y después de miles y miles de opciones, término siento Evelyn, ósea: Eve.

Bien. Los capítulos así serán la mayoría, muy cortos, por que bueno, es una historia corta duh jajaja aunque si serán muchos capítulos..

Me creen si les digo que me es extraño escribir tan poco... Siempre me vi escribiendo libros largos, pero algo nuevo no le sienta mal a nadie ;)

Nos leemos el siguiente sábado, que tengan lindo fin de semana :3❤️