"Una semana después"Vaya, ah sido un día agotador, pero bueno, siempre tenemos muchos clientes, es bueno que hoy en día y en pleno siglo XXI aun exista gente que regale flores, en lo personal a mi me encantan.
Mañana el trabajo será aun peor, la florería estará a tope, la gente querrá comprar miles de flores para festejar el día de San Valentín.
—Vayamonos ya Iris, debo pasar por Lion y Laila a casa de la señora Rose— la apresuro, por que digamos que si tuviera que comparar a Iris con un animal, definitivamente sería una tortuga.
Veo como pone candado a la puerta de la florería, tenemos órdenes estrictas de hacerlo todos los días.
—Tranquila— rueda los ojos y sonríe, quiere acabar con mi paciencia— Listo, ya vámonos.
—¿No le tocaba cerrar a Tom hoy?— pregunto recordando los roles de nuestro horario.
—Si, pero ya sabes como es, tuvo que irse antes— asiento, entiendo que todos tenemos imprevistos.
Ambas entramos en mi coche y lo pongo andar, no es nada lujoso, apenas es un Malibu 2007, era de mis padres. Se aseguraron de dejarnos estables económicamente a mis hermanitos y a mi para cuando ellos murieran. No esperaba que fuera tan pronto.
Y tampoco es como si nos hubieran heredado una mega fortuna, no es mucho, pero con ello vivimos bien.
Agradezco que nos aseguraran, si no fuera así me hubiera quedado jodidamente perdida y sin saber que hacer, si de por si...
En el camino a Iris se le ocurre encender la radio, agradezco que no le suba tanto, estoy cansada, fue un día muy laborioso.
—¿Que paso con ese chico?— pregunta Iris tomándome por sorpresa.
—¿Que chico?
—No te hagas la tonta— entrecierra los ojos hacia mi.
No quiero hacerme la tonta, yo realmente no se de quien habla, me quedo sería esperando que me de más información que mi cerebro pueda procesar y así responder.
—El castaño, de ojos grises, estaba súper bueno, incluso te vi hablando con el, Eve— aaah, ahora lo recuerdo.
—¿Que hay con el?— pregunto curiosa.
—Eso debería preguntarte yo a ti, amiga— me sonríe pícaramente.
—Agh, otra vez este tema, no por favor— digo recargando uno de mis codos en la ventanilla —¡Ni siquiera se su nombre!— digo exasperada.
—Oh, ¿eso significa que quieres saberlo? Tiene como cara de Mike, aunque bueno, también tiene cara de Peter— río a carcajadas por su manera de ponerle nombres a un chico que apenas y eh visto.
—Ciberius— digo y ella ríe a carcajadas.
El resto del camino seguimos riendo hasta que la dejo en casa, somos casi vecinas, vive a cuatro casas de la mía.
Estaciono el coche en casa y bajó de el. Antes de entrar en mi casa voy a la de la vecina, ella es quien cuida a mis hermanos mientras yo trabajo, es un poco mayor de edad, pero a ella le encanta cuidarlos. Toco el timbre y Rose, una señora de pelo blanco perfectamente lacio, con gafas y una amplia sonrisa, aparece.
—Hola Rose ¿cómo se portaron estos diablillos?— pregunto abriendo los brazos y recibiendo el más efusivo abrazo de dos niños.
—Te aseguro que como diablillos no— dice riendo.
—Bueno, eso me alegra.
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Juro que ya había escrito como mil palabras y después recordé que no debía ser tan largo y lo borre. Esto es difícil para mi :o jajajajaEspero lo disfruten criaturitas lectoras:3
Hasta pronto ;)
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Eve
Short StoryYo no quería encariñarme con nadie. Pero el no lo entendió y las cosas se me fueron de las manos, es tarde, el ya se metió en mi corazón, en mi mente y en mi día a día como nadie lo había echo antes. Me enamore. ¿Cuál es el problema? el problema es...