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Al día siguiente

Y ahí estaba yo, arrepentida de mencionarle a Iris que Connor había ido al cine con mis hermanos y conmigo, ella era una persona exageradamente preguntona y exageradamente entusiasta. Y a entusiasta me refiero a que ella ahora mismo no deja de decir y afirmar que Connor será el amor de mi vida, se que no dejara el tema en paz, pero si la eh aguantado casi toda mi vida puedo hacerlo más tiempo.

Estábamos en un local de subway cerca de la florería, era hora de comer y casi siempre veníamos aquí, llega nuestro pedido y comemos mientras seguimos hablando.

—¿Y es serio, o es de esos chicos que hablan y hablan?— pregunta y la veo con sarcasmo.

—Hola, acaso no te haz visto en un espejo, tu eres ese tipo de chica Iris— digo levantando las manos.

—Cállate idiota, así me amas— ruedo los ojos. Es cierto.

—Es de esos chicos que hablan y hablan— recargo mi codo en la mesita y la barbilla en mi mano —Es muy gracioso— sonrió recordando sus bromas.

Iris me ve y sonríe, puedo leer sus pensamientos, no hace falta tener súper poderes, puedo verlo todo en su mirada.

—Te gusta— afirma.

—Estas loca.

—Si te gusta, será el amor de tu vida— hago un "Pff" y desvío mi dirección hacia la calle.

—Vida es lo que me falta.

—No digas eso Eve, por favor— pide Iris sería.

No le gusta hablar sobre ese tema.

—El sábado tengo cita con el doctor—
no puedo dejar de pensar en ello, me siento demasiado nerviosa.

—¿Quieres que te acompañe?— Iris envuelve mis manos con las suyas.

Mis ojos empiezan a empañarse, ella es de mis personas favoritas y me alegra tenerla conmigo en estos momentos.

Niego con la cabeza.

—Estaré bien— digo forzando una sonrisa. Ella asiente y sonríe, solo quiere hacerme sentir que todo estará bien, pero empiezo a dudar eso.

Más tarde

—Muchas gracias por su compra, que tenga lindo día— digo a la señora que término de atender, sonríe y se va.

Sigo atendiendo personas, el día de hoy son muy amigables y todos me saludan, personas como ellas me inspiran a seguir trabajando aquí.

La campanilla de la puerta suena y veo a Connor, ese castaño de ojos grises entrar, me ve y sonríe, hay una cola en la caja y el se forma, río por el echo de que el ni siquiera lleva algo que vaya a pagar.

Su mirada no me deja ni un segundo y eso me pone nerviosa.

Lleva unos vaqueros con unos vans de skater y una playera de V gris, me cuesta imaginar que Connor sea un abogado, parece más el tipo de chico que aun vive con sus padres y se mantiene mirando televisión por cable tirado en el sofá y comiendo ruffles.

Río ante la imagen en mi cabeza.

La fila avanza y tengo al castaño frente a mi, esta serio, tan solo mirándome.

—Hola, Eve.


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Espero estén disfrutando la historia;)

Nos leemos pronto criaturas, chau xx💜

EveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora