Una semana después
Cargo las macetas con margaritas mientras tarareo una canción, es alguna canción romántica que escuche hoy en la radio de camino a la florería, no sé su nombre, pero en serio es pegadiza.
Dejo las flores y antes de alejarme las huelo.
—Mmmm— huele delicioso. Huele a vida pura.
Camino y tomo otra maceta, vuelvo a repetir la misma acción, tarareo esa canción y cuando dejó la maceta huelo las Margaritas.
—¿Por qué tan feliz hoy?— la pregunta de Iris me sobresalta y doy un ligero brinco.
—¿Estás loca o algo? Casi me matas del susto— llevo una mano a mi pecho y respiró profundamente.
—Si lo supuse, parecías perdida en tus pensamientos— sonrío. ¿eso parecía? ¿O eso es? —Supongo que es por lo de Connor— mi sonrisa se agranda y ella sonríe.
Cuando Connor me pidió que fuera su novia al día siguiente fui corriendo a contarle todo a Iris, en serio me sentía emocionada.
—Tienes cara de idiota— mi sonrisa se borra y ruedo los ojos.
—Arruinas mi felicidad— ella ríe y sigo sería —Te diría que podrías quedarte para vestir santos, pero ni a Ángel llegas, así que en tu futuro espero que te quedes en una triste soledad con 12 gatos, los cuales te coman viva cuando ya no tengas dinero para alimentarlos— ella suelta una carcajada y yo también.
—Que estupidez, yo voy a terminar con un guapo millonario, ya veras— me guiña un ojo y se va.
Tomo un rollo de precios, ya vienen etiquetados solo debo poner los precios a las flores, así que eso es lo que hago.
Mientras pego los precios otra ves vuelvo a tararear la canción.
—¿Heart like yours?— me sobresaltó de nuevo.
¿Acaso quieren que muera ya?
Me giro y mis piernas tiemblan, me llevo una gran sorpresa al ver de quién se trata, las mariposas despiertan y empiezan a revolotear dentro de mi, es Connor, mi novio.
Novio. Bueno, debo admitir que eso suena raro.
—¿Desde cuándo te gusta Willamette Stone?
—¿Eh?
—La canción, la que estabas tarareando, es; Hearth Like Yours, la canta Willamette Stone.
—Oh, bueno, no lo sabía, pero gracias por la información, quería descargarla en mi iPod.
El sonríe, lo envidio, por qué su sonrisa es en serio perfecta, incluso mil veces mas que la mía.
—¿Qué haces aquí?— pregunto llevando mis manos al rededor de su cuello.
El sonríe y ladea un poco la cabeza mirándose malditamente tierno para su edad.
—Quería verte.
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Owww por Dios esto me encanta.
Espero disfruten el capítulo criaturas del señor,nos vemos en el próximo ;)❤️
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Eve
Short StoryYo no quería encariñarme con nadie. Pero el no lo entendió y las cosas se me fueron de las manos, es tarde, el ya se metió en mi corazón, en mi mente y en mi día a día como nadie lo había echo antes. Me enamore. ¿Cuál es el problema? el problema es...