Si más lo recuerdo, el día de hoy es jueves, o al menos eso es lo que indica mi celular en la pantalla, como todos los días, no me interesa. Hoy tampoco tengo ánimos de nada.
Término de acomodar las nuevas flores que nos han llegado, debo ordenarlas por especies y sinceramente ya soy experta en esto de las flores. Después de todo no puedo quejarme, me gusta trabajar en una florería. Todo el tiempo huele bien y el ambiente es amigable. No soy supersticiosa, pero aquí siempre hay buenas vibras. Tal vez las personas que amamos las plantas somos amigables, si, debe ser eso.
—Eve, mira tus favoritas— grita Tom desde el final del pasillo.
Esta levantando un ramo de rosas azules. Sonrió. Es un gran amigo.
Vuelvo mi vista al frente, levantando macetas con tulipanes.
—El esta loco por ti— dice Iris a un lado mío.
Iris es mi mejor amiga en todo el mundo, somos amigas desde la primaria y desde entonces jamas nos hemos separado. Somos como uña y mugre.
—Solo es amable— digo negando con la cabeza.
—Si amable significa que los ojos se le vuelven corazón igual que al emoticón, cuando te mira, entonces si, supongo que es amable— río por su comentario.
—Sabes que nada puede suceder, no quiero que nadie entré a mi vida— digo, remarcando lo como por milésima ves en meses.
—Si tan solo te dieras la oportunidad..
—Oye, no empieces ¿ok?
—Ok— la oigo suspirar.
Decido dar por terminada la conversación y nos mantenemos en silencio, cuando terminó regreso a la caja registradora y empiezo a atender a algunos clientes.
Escucho la puerta abrirse, si no fuera por esa campanilla que cuelga de ella creo que no notaría cuando la gente entra por aquí.
Veo hacia la puerta y un chico castaño entra, lleva una camisa ajustada color negro y unos vaqueros claros juntó unos tenis de chandal color negro. Parece triste y preocupado.
Después de unos minutos llega el mismo chico a la caja, a comprado un ramo de flores y ahora que le tengo de cerca puedo ver su rostro mejor. Es de piel blanca y tiene unos ojos grises, aunque lleva unas enormes ojeras colgando de ellos, una nariz respingona y unos labios perfectamente marcados. Podría decir que más marcados que los míos. Ah decir verdad es atractivo.
Marco el código de las flores y mientras lo hago el chico habla.
—Margaritas— dice tomándome por sorpresa —Son para mi novia, esta molesta— sonrió.
Recuerdo cuando mis ex-novios me chantajeaban con ramos de flores. Siempre funcionaba.
—Son sus favoritas— dice el nuevamente. Asiento.
Casi nunca converso con los clientes, solo con los que vienen aquí seguido. No con nuevos clientes como el, así que esto es algo raro para mí.
Cuando término de cobrar las flores, de tomar el dinero y de darle su cambio con el ticket decido responderle y darle ánimos.
—Seguro te perdonara— me ve y sonríe.
—Eso espero, Eve— frunzo el ceño —Esta en tu mandil— apunta a un sitio en mi mandil.
Caigo en cuenta de que mi nombre está en mi mandil de trabajo pero sigo desconcertada, lo veo y sigue sonriendo hasta que se va.
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¡hola hola! Esto es algo raro, nunca eh escrito una historia corta pero me entro la espinita y quise intentar.En serio estoy muy muy entusiasmada con este nuevo proyecto, es algo muy cliché pero a mí me gusto, aparte ¿a quién no le van los clichés? Hahaha de verdad espero disfruten esto en cada momento.
Tambieeeeeen, Me gustaría que comentaran que les parece y que me ayuden con su voto eso me haría realmente feliz.
Estaré subiendo, cada sábado, para ir dramatizando Hahaha ojo: los capítulos son cortos.
¡yeiiiii!
Hasta muy pronto ;)
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Eve
Short StoryYo no quería encariñarme con nadie. Pero el no lo entendió y las cosas se me fueron de las manos, es tarde, el ya se metió en mi corazón, en mi mente y en mi día a día como nadie lo había echo antes. Me enamore. ¿Cuál es el problema? el problema es...