Eve

18

Me quedo inmóvil, siento todos y cada uno de mis músculos tensarse y el sudor correr por mi frente, lágrimas silenciosas caen por mis mejillas y me duele la garganta por el esfuerzo que hago al no dejar escapar un sollozo.

—¿Ves esto de aquí?— pregunta el doctor girando la pantalla de su ordenador y me inclino para ver mejor —Esto de aquí, son tus pulmones, las manchas rojas son las zonas afectadas— miro la pantalla sorprendida.

—Doctor pero hay más manchas rojas fuera de los pulmones— lo oigo suspirar.

—El cáncer se expandió a los órganos vecinos de tus pulmones, ósea los que están cerca de ellos...

—¿Y la quimioterapia?— busco su mirada con la mía, sus ojos me ven con pena —Creí que funcionarían— digo recordando el sufrimiento que pase, aquellos meses fueron los peores de mi vida.

—Cuando te diagnosticamos el cáncer, este ya estaba muy avanzado, aveces la quimioterapia no es suficiente...

—Una operación— sugiero y me ve serio.

—Mira Eve, hay dos tipos de cáncer, está el que se divide en forma controlada y que incluso así mismo se fabrica para poder morir, pero también existe el cáncer que es poderoso, se desarrollan mutaciones que no son reparadoras, tanto, que olvidan como morir, tienes el segundo tipo de cáncer, pero aunque tuvieras el primero, esta muy expandido, lamento decirte esto, pero no hay solución— las lágrimas no dejan de salir.

Me da un pañuelo y yo no puedo dejar de llorar, pienso en mis hermanos, son lo más importante en mi vida y no tienen a nadie más, levanto la vista, el doctor tiene los ojos brillosos parece que quiere llorar. Tenia tanto miedo por hacer esta pregunta pero se que tengo que hacerla.

—¿Cuanto tiempo?— pregunto sorbiendo mi nariz.

Parece que balbucea, dudoso sobre darme esa información.

—De nueve a diez meses— mi corazón se acelera, no creí que fuera tan pronto pero asiento —Voy a darte medicamento para que no sientas tantos malestares, tengas más apetito y menos cansancio..

Asiento sin fuerzas, me da la hoja donde anota los medicamentos que debo comprar y en cuanto tengo la hoja en mis manos salgo del consultorio.

Soy consciente de que todos en la sala de espera me ven llorando, incluso la recepcionista se sobresalta, camino por los pasillos y salgo del hospital hasta llegar a mi coche. Cuando entro me siento libre de por fin llorar agusto.

Golpeo el volante con mis puños y cuando ya no puedo más recargó la cabeza en el.

Nunca le eh hecho daño a nadie, ni siquiera mentalmente, no juzgó a las personas y siempre estoy intentando ser buena, trabajo, cuido a mis hermanos. No merezco esto.

Definitivamente no lo merezco.

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uffas:( esto me duele, en serio, pero pues así son las cosas...

Espero lo disfruten, regalenme su pequeño votito ☺️

Hasta pronto❤️