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"Al día siguiente"

Hoy parecía todo marchar normal, deje a mis hermanos en el colegio, desayune un cafe con pan y llegue al trabajo. Era un día tranquilo. Lo agradecía, parecía el descanso de ayer.

Me sorprendió que se acabarán todas las rosas, de todos los colores, incluso tuvimos que poner un letrero que anunciaba que ya no había más rosas.

Cada que escuchaba la puerta abrirse volteaba a verla, mi lado cuerdo agradecía que no fuese aquel chico, pero mi otro lado se decepcionaba cada que esta se abría y no era el castaño.

Me regañe mentalmente, no puedo dejar que alguien me impaciente, no puedo dejar entrar a alguien de ese modo a mi vida, no estoy pasando por los mejores momentos de mi vida.

Después de cinco horas, veinte minutos y veintisiete segundos, mi lado, el no cuerdo, se resigno a descartar la idea de ver al castaño hoy.

Ya era la hora de comer. No tenia mucha hambre, aparte no me apetecía nada que no fuera comida echa en casa.

—¿Iré por algo de comida China, quieren ir?— pregunto Tom.

—Si, yo si voy— murmuro Iris sin despegar la vista de su celular.

—Yo los espero aquí— dije centrada en las cuentas del día de ayer —Tengo que terminar esto— murmure más para mi misma.

—¿No quieres algo?— pregunto mi amiga.

Después de pensarlo decidí pedir solo una pequeña cosita que me encantaba.

—¿Puedes traerme unos rollos?— Iris ríe y asiente antes de salir juntó con Tom.

Seguí haciendo cuentas, al parecer tuvimos muchas ganancias el día de ayer.

Cuando término decido llamar a Rose para saber si Lion y Laila ya están en su casa. Ella me confirma que paso a por ellos al colegio y que ya están en su casa avanzando un poco la tarea, después de hablar con ambos me despido y me quedo observando la pantalla de mi celular donde hay un fondo con una foto de ambos.

Son tan pequeños y tan débiles, lágrimas se acumulan en mis ojos pero me obligo a no llorar. Hoy no.

Esa campanilla tan conocida suena, voy a decir que está cerrado por el momento, pero cuando volteo no creo lo que veo.

El chico castaño esta aquí.

Camina hasta llegar a donde estoy y se para frente a mi.

—¿No vas a llevar nada?— pregunto dándome cuenta de que solo esta ahí parado como si nada. 

—No, esta ves vine a hablar contigo, Eve— ¿por que tenia que hacer esa pausa antes de decir mi nombre?

—Bueno, ¿y de que quieres hablar?— pregunte tranquila.

—Creo que al menos merezco un gracias por el pequeño gesto de ayer, ¿no te parece?— asiento.

—Tienes razón muchas gracias, fue algo... ¿Raro?.

—Si, eso creo— rasca su nuca algo incómodo —anteriormente yo me había portado algo grosero y quise pedir disculpas de alguna manera, yo no me di cuenta de como me porte hast...

—Entiendo, no hay problema te lo aseguro— intentó poner mi mejor sonrisa y el sonríe ya menos tenso.

—¿Y tus amigos? Ellos siempre están aquí— mira al rededor.

—Salieron a comer aquí cerca no deben tardar...

Ambos nos quedamos en silencio, es incómodo, ya no se que más decir y parece que el tampoco. Después de unos segundos de silencio el decide hablar.

—Me das tu número de teléfono, digo si quieres, al menos de que no quieras un nuevo amigo— dice sonriendo.

Respiro aliviada, el tan solo quiere mi amistad.

—Ni siquiera se tu nombre, me parece algo injusto que tu si sepas el mío— acuso y el ríe.

—Tienes razón...

Espero ah que diga su nombre pero no dice nada. Me impaciento.

—¿Y? ¿Cuál es?..

—Ah si— ríe —Connor, mi nombre es Connor Meller.

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¡Al fin el chico sin nombre tiene nombre! Creo que Connor es hermoso❤️ después de tanto buscar y preguntar al final ese fue el definitivo.🙌

¡Bien, espero lo disfruten amikos!

Chao xx❤️

EveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora