#Capítulo 14

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El jaleo se oía desde el aula de Encantamientos. El profesor Filtwick paró la clase, y salió del aula para ver lo que estaba pasando, y como en Hogwarts somos tan cotillas, un tropel de alumnos salió tras él. Le seguimos hasta el patio de la torre del reloj, donde un enorme corro de gente formaba un círculo alrededor de algo. Neville intentaba dispersar a los alumnos sin muchos resultados, Hagrid se acompañaba a la señora Pomfrey, que se sumergió en la multitud. Aprovechando el enorme cuerpo del semi gigante, me coloqué a su espalda y avancé entre las túnicas negras y las miradas confundidas.

Lo primero que vi fue el pelo rojo de papá, y también las gafas del tío Harry. Cuando enfoqué mejor la imagen, observé a un James muy enfurecido, sin gafas, su túnica en el suelo, con el pelo revuelto y los puños apretados. Tenía cierto color azulado en la barbilla. Harry y Ron le sujetaban dificultosamente por los brazos. Miré al otro lado del circulo que formaba la gente, y entonces tuve que contener la respiración.

Era Scorpius. Scorpius con los labios entreabiertos, con el jersey rasgado, y con la ceja llena de sangre. La señora Pomfrey intentó mirarle la ceja, pero el se giró y se alejó de ella.

No pude evitar seguirle.

Scorpius' P.O.V.

Un poco antes...

Estaba sentado en la fuente de las águilas, intentando leer. Pero no podía concentrarme en las letras. No podía hilarlas sin olvidar la anterior.

Levanté la cabeza del libro, y... Voy a vomitar. Potter.

Que enternecedor. El pequeño James se salta las clases para despedirse de papá. Potter padre le revolvió el pelo a su hijo. ¿Qué hará ahora para conquistar idiotas, si no tiene su pelo? Porque mucho intelecto ahí no hay.

Observé al otro, más alto, pelirrojo: Weasley. Era el padre de Rose. Podía distinguir rasgos de su hija en él. El pelo, obviamente. Los ojos, de un azul claro. Pecas bajo los párpados. Y esas orejas ruborizadas. Weasley fue a despedirse de su sobrino a trompicones. ¿Por qué le habían dejado ser auror? Pero sabía bien la respuesta. Para capturar magos tenebrosos. Magos como mi familia.

Cuando Potter 1 y Potter 2 se abrazaron, tuve que levantarme de la fuente para que no me dieran arcadas. Pasé junto a ellos cuando escuché algo de boca de Potter 1 que me hizo pararme en seco;

- Este año pateamos a Slytherin.

James Potter me había visto pasar. Sabía que me iba por ellos. Y quería que yo le contestase. Lo haría. Potter llevaba cinco años intentando que yo le contestase. Que le dijera algo peor de lo que él me decía a mí. Bien. Si quería guerra, tendría guerra.

- Te equivocas, Potter - dije.

Él se dio la vuelta, con una maliciosa sonrisa en el rostro. Los otros dos se volvieron.

- ¿Qué? - exclamó acercándose a mí -. ¿Me lo repites a la cara Malfoy?
- James - advirtió su padre.

Ambos le ignoramos.

- No vais a ganar, Potter - susurré.

El labio le tironeó hacia arriba, haciendo mas ancha su sonrisa.

- ¿Y eso por qué? - rebatió -. Te recuerdo que os hubiéramos machacado de no aparecer los dementores.

- Sí, sigue pensando eso, Potter. Dicen que la ignorancia es felicidad.

- Tenemos el mejor equipo - gruñó. Podía notar como se iba enfadando, y cómo la situación dejaba de divertirle tanto.

Me acerqué a él otro paso.

Te Odio, Scorpius Malfoy #Wattys16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora