Mi abuela falleció cuando yo tenía 11 años, ella era muy religiosa y muy apegada a sus hijos, éramos una familia muy unida, era una mujer muy cariñosa a pesar de su vejez, poco a poco fue enfermando de una terrible y penosa dolencia y de repente decayó en sus males.
Para evitar que pasara sus últimos días postrada en una cama de hospital, los médicos decidieron que sus últimos alientos fueran en su hogar, muy tristes todos vimos morir a esta buena mujer y antes que expirara miraba con mucha atención la repisa encima de su cabecera colmada de estampas y demás artículos religiosos.
No quería dejar este mundo y no resignaba a ello, pero al cabo de unas horas dejó este mundo, se realizaron las exequias religiosas y fue enterrada, la verdad que me encontraba muy apenado por su partida, tras realizarse el sepelio sus hijos y yo en calidad de nieto, hablábamos en la sala en la primera planta de la casa, cuando de repente se oyó el click de la llave de luz del ático de la casa, lugar donde pasaba horas de horas aquel señora, todos muy nerviosos fuimos testigos presenciales de tan extraño acontecimiento, este sonido era emitido día tras día en un lapso de 15 días y noches mañana y tarde, no podíamos explicar qué quería transmitirnos, pero fue algo escalofriante y punto aparte para quien escribe,una prueba contundente de que si existe un mas allá y que ellos quizás in que podamos verlos, están en nuestro mismo plano.