Mis abuelos son de Chimbote, vivían en un barrio llamado Laderas del Norte, pues ahí vivían todos los trabajadores de una empresa siderúrgica, eran las 10 de la noche y mi abuelo como de costumbre descansaba echado en su viejo sillón rojo mirando la tele, todos ya habían cenado y ya era la hora de dormir pues sus hijas tenían que despertar temprano para ir al colegio, una a una se fue despidiendo de él, pues religiosamente el tenía que darles la bendición para que duerman bien.
Mi abuela le dijo que también se iría a dormir porque estaba cansada y se levantaría temprano a hacer el desayuno para todos, Emi abuelo en la soledad de su sala prendió un tabaco y se concentro en el box que pasaban por televisión, cuando de pronto se escucho unos ligeros pasos que recorrían la casa, "el viejo" como así le decíamos no presto atención pues pensó que sería alguna de sus hijas que se levanto para tomar agua, cuando derrepente escucho el crujido de la puerta de la sala al abrirse y vio por el resplandor del antiguo televisor a blanco y negro que alguien se acercaba hacia el, como ya era típico de el ni se inmuto pues era de aquellos viejos de antaño, duros como el roble y fuertes como roca, cuando sintió como dos manos entrelazaban su cuello, el pensando que era una de sus hijas que venía a darle un ultimo abrazo solo atino a decir "anda duerme princesa", cuando sintió un beso frió y suave que le heló la piel, pues el abrazo tierno del inicio se convirtió en un abrazo gélido, helado y agresivo, comenzó a ahorcarlo y en el forcejeo por soltarse vio como unos cabellos rubios caían sobre su hombro, la lucha siguió el peleaba por hacerse a un lado y sentía como iban arrastrándolo por la sala, nadie iba a socorrerlo, el trataba de gritar pero la voz se le apago, las fuerzas lo abandonaron y simplemente se dejo arrastrar.
De pronto se encontraba tirado en el baño y frente a él estaba una mujer rubia sentada sobre la bañera que lo miraba, el sin fuerzas trato de pararse pero no pudo, aquella mujer lo miraba fijamente y hacía que sienta un miedo como jamás antes lo había sentido, ella se levantó camino unos pasos y empezó a hablarle, pero el no entendía nada porque lo que escuchaba eran palabras entrecortadas como si se tratara de alguien que recién aprende a hablar, la rubia le hizo señas y apuntaba con su dedo hacia una esquina del baño, pero el viejo estaba impactado por esa escena macabra que cayó desmayado.
Mi abuela cuenta que al ver que el aun no iba a la cama a acostarse, se levantó a buscarlo y al no encontrarlo en la sala se puso a llamarlo: "viejo, viejo" ¿donde estás?, entonces escucho un ligero llanto proveniente del baño, la piel se le escarapelo, respiraba frío, sentía como un miedo profundo se apoderaba de ella, pero se armo de valor y lanzando lisuras como es costumbre en la tradición popular para espantar las almas malas, se dirigió al baño, grande fue su sorpresa al encontrar al viejo tirado en el piso botando espuma, ella lo levanto, lo llevo al cuarto, llamo a sus hijas para que se queden todos juntos hasta que el viejo recobre la razón.
Al fin amaneció el viejo logró despertar pero nadie quería salir del cuarto, de inmediato el viejo se paró y salió a ver que pasaba, ya todo estaba tranquilo, el abuelo contó lo que paso y todos quedaron sorprendidos. Por la tarde mi abuela le contó a las vecinas lo que sucedió y todas sorprendidas respondieron que en sus casas también apareció aquella rubia, mientras que el abuelo preocupado por lo que había visto hizo romper el piso de la esquina del baño en donde la rubia le había señalado y grande fue su sorpresa al encontrar un entierro de una mujer. Desde aquel día se rumorea que la rubia aparece en las casas de la zona causando pánico entre sus habitantes. Así que ten cuidado cuando te abracen de pronto porque puede ser aquella rubia que quiere tenerte.