XXII

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Liv

Alaric, era tan guapo. Era alto, creo que apenas si llegaba a su hombro, sus ojos color miel tan bonitos, su cabello café un tanto obscuro, era muy suave,se peinaba de una forma peculiar, la vez que lo vi sin camisa.. Ufffffffff... No borraría tan fácil de mi mente.

Encima de la camisa blanca, se puso un saco y se dobló las mangas, se dio cuenta como lo miraba, no podía evitarlo.

-¿Lista?

-Si -dije avergonzada

-¿A dónde iremos? -me preguntó muy minucioso.

-Es sorpresa.

-Vale, sorprende me.

Salimos, entramos al auto y empecé a conducir; el conducir con tacones era más difícil de lo que pensé.

Casi no hablamos, quise esperar hasta la cena, aunque el quería saber a donde íbamos. Tardé un poco en llegar, aquel lugar era nuevo, lo había visto cuando iba a comprar las cosas del supermercado.

-Llegamos -volteo de golpe.

-Vamos, que no puedo esperar más -se bajó rápido del auto y me ayudó a salir de él.

-Gracias -respondí bajando con cuidado.

Fuimos dentro, nos sentamos en la mesa que estaba junto a la ventana. Un hombre llegó y nos tomó la orden, el ordenó por los dos, me di cuenta que teníamos muchos gustos en común. Comenzamos a charlar durante mucho rato y me sentía muy bien con el.
Le conté sobre lo que más me gustaba, un poco sobre mi pasado, y él hizo lo mismo.

-¿Te gusta la música? - Fue lo primero que me preguntó.

-Pues no lo sé, la mayor parte del tiempo escucho baladas... Respondí mientras jugueteaba con el tenedor en mi mesa.

-Jajaja, a mi me encanta la música -Me respondió en seguida - Es más soy muy bueno tocando la guitarra y también escribo una que otra letra, no es gran cosa, ¿Y tu tienes un gusto en especial?.

-No es tal como un gusto, lo considero más cómo una pasión, me fascina cocinar, soy muy buena haciendo postres.

Tenía que aprender de alguna manera, pues nadie estaba conmigo ayudando me; tan solo voltee a mirarlo y desvíe mi mirada enseguida.

-¿Qué hay de tus padres? - Creo que no fui nada discreta con esa pregunta.

-Pues, decidí vivir solo por un tiempo, tratar de ser un poco independiente -mi pregunta lo incómodo.

- Tienes, toda la razón, pienso de la misma manera, jajaja - reí para intentar deshacer la tensión entre nosotros ¿Tienes 18 cierto?

-Jajaja, si, ¿eres adivina? -Ciertamente se veía mayor, pero aún así me hacía sentir algo pequeña - ¿tu tienes 18?

-No, para nada, apenas llegó a los 17- él me miró con ternura -bueno, bueno... como sea- dije cambiando de tema; sonreí - ¿Y tienes Hermanos?

-No tengo, ¿tú si?

-Tenía, pero murió cuando éramos pequeñas -mi expresión cambio drásticamente.

-Lo siento no lo sabía.

-No importa, está bien, fue ya hace mucho.      -No es fácil olvidar el ayer.

En ese momento, llegó el mesero con nuestra comida, nos sirvió y comenzamos a comer. Para ser un restaurante nuevo, los platillos estaban muy ricos.

Cuando terminamos, yo quería pagar la cuenta por ambos, pero Alaric como un "caballero" no me dejó pagar nada.

-Alaric, déjame a mí -reproché.

-No, nunca -me sonrió mientras pagaba.

-Alaric -lo miré un poco molesta.

-¡Ay, pequeña! ¿cómo crees que vas a pagar por mi? bastante fue que me trageras tú

-Aún así, yo te invité.

-No, sin peros -tomó mi mano y me llevo hasta el auto - vayámonos, mañana nos toca instituto.

-Esta bien, pero de esta no te salvas -contesté.

Está vez, él quiso manejar y llevarme a mi casa como la última vez, accedí. Alaric en poco tiempo se había vuelto tan importante para mi. Y lo sé es tonto el que me enamore así, pero no me importa.

Al llegar a mi casa, Alaric dejo el auto en donde siempre acostumbraba a dejarlo yo, bajamos y me acompañó hasta la puerta.

-Liv -Me dijo con un poco de nerviosismo.

-¿Si, Alaric?

-Gracias, por dejarme ser parte de tu vida.

-Alaric -le mostré una pequeña sonrisa -Gracias a ti, por permitirte conocerme, por no juzgarme, por querer formar parte de la mía y porque aún conociéndome sigues aquí.

-Si me necesitas, llámame.
No importa si estoy durmiendo, si estoy estudiando. Yo estaré ahí.

Cuando me dijo eso, no pude ocultar mi felicidad y sonreí abiertamente, como no lo había hecho ya hacia tiempo.

Mi vida empieza y acaba contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora