Liv
Iba a vengarme, pero no me sería fácil, pero ahora no sólo sería yo sola. Amy aun seguía conmigo. Tal vez cada que me veían llorar pensaban que era muy débil y que necesitaba de alguien que me ayudara, pero en realidad lloraba por impotencia, por enojo, por que no podía hacer nada.
-Tranquila, que te voy ayudar ¿vale?- puso mi brazo sobre sus hombros y me subió al auto.
-¿sabes conducir?
-Si, una chica no debe de depender de un hombre - se río un poco y salimos del instituto.
-¿donde esta tu casa?-pregunto.
-Vale, te iré diciendo.
Todo el camino fue más tranquilo, deje que Amy me ayudas pero sabia que este problema solo era mio, y no me llevaría a nadie conmigo.
El idiota de Alaric se había ido y me había dejado sola, me afectaba demasiado sentía que no podía seguir con mi vida, solté unas lágrimas, podía notar mi rostro por el reflejo un tanto destruido.
-Es aquí - avise a Amy.
-Vale ahora me orilló.
Mientras bajaba del auto, escuche como mi teléfono comenzaba a sonar, tenía la sensación de que podía ser él. Me apresure a cerrar la puerta del auto y busqué el móvil dentro de mi bolsa.
-¿Alaric? -Pregunté antes de que alguien me contestara.
-No, soy Luca, ¿Amy está contigo?, me han contado lo que sucedió en el instituto y esperaba que estuviera bien.
-¿Por qué no le has marcado a ella?
-No me ha contestado.
-Vale, tranquilo, está conmigo, todo está bien, debo colgar.
Regresé el móvil a mi bolsa y saqué en su lugar las llaves de mi casa, otro día perdido en el instituto, lo único que quería, era que ya se acabase todo este martirio, sólo eran unos cuantos meses más y saldríamos.
-¿Quieres pasar? -Miré a Amy.
-Está bien. Mira, aún recuerdo todo lo que han dicho de ti, además, de lo que sucedió la vez anterior en que vinieron a buscarte aquí ¿no es cierto? -Callé y bajé la mirada.- Así que mejor toma algo de ropa, lo esencial, algo de dinero y lo que necesites, irás conmigo un tiempo vale, hasta que se tranquilice toda esta situación, o al menos hasta que Alaric vuelva. -no pude evitar sobresaltarme al escuchar su nombre.
-Ok, está bien, dame 20 minutos y estaré lista.
Busqué una maleta, metí toda la ropa limpia que encontré, mientras buscaba, vi una camisa de Alaric, todo me recordaba a él, quizá sería mejor alejarme un poco de ésto, hasta que supiera algo de él.
Fue entonces cuando sonó el teléfono de casa, trataba de dejar de ilusionarme con que fuese él. Aunque esta vez, no fui yo la que contestó.
-Es Alaric -brillaron mis ojos al escuchar a Amy decirlo, prácticamente le arranque el teléfono de las manos.
-¿Alaric? -Temblaba mi voz.
-Espero que no pienses que te he dejado, hay algunas cosas que tengo que arreglar y por ahora no puedo regresar... -no dejé que terminara.
-¿qué es?-sollocé un poco.
-Tengo que cortar ¿vale?, no me tardaré. -No pude decir nada más, él solo terminó la llamada.
Me destrozó un poco la forma en que me dejó, no me explicó nada, pero durante toda esa tristeza una pequeña luz pudo darme un escape. A la mierda todo el mundo, si pude salir adelante yo sola, de nuevo lo haría.
-¡Vamos, estoy lista!
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Mi vida empieza y acaba contigo
RomansaLa realidad tiende a ser mas cruda y mas dura de lo que imaginamos, sin embargo, hay ciertos espacios donde la luz del amor y esperanzan aparecen para ayudarnos a sobresalir o buscar nuestro camino en la vida; En ocasiones esta oportunidad puede ser...