Mi vida empieza y acaba contigo

XXVII

Alaric

Salimos de su casa, no había avisado a mis padres que iríamos, pero era una buena sorpresa.

-Pasaremos a tu casa? -Me preguntó mientras le abría la puerta del auto.

-Si, igual necesito cambiarme

-Jajaja, vale vale...

Entramos en mi casa, me dirigí a mi cuarto para apresurarme. Tomé mi sombrero, me puse una camisa con puntos negros, pantalón entallado y unas botas bajas color café.

-Listo, vayámonos.

Salimos, era un camino algo largo, yo sentía que tenia que cambiar de país para poder llegar a casa de mis padres, como fuese aproveche el camino para hablar sobre la situación de mis padres.

-Liv, debes saber algo -traté de sonar lo más tranquilo que pude.

-Dime ¿Qué pasa?

-Son mis padres y tienen problemas.

-¿Están bien?

-Se están separando, y no es algo sencillo para mi de asimilar, además ellos piensan que yo no sé nada sobre esa separación -me empecé a tornar un poco triste.

-No te preocupes, tienes mi apoyo -me quería hacer sentir mejor - todo va a salir bien ¿Ok?

-Gracias, sólo que trata de actuar como eres conmigo, con ellos vale.

Todo el camino platicamos sobre mi trabajo, sobre el trabajo de Liv, me preguntó por Kate, me pareció que estaba algo celosa de ella aun sabiendo que yo solo la quería a ella... Como sea después me pidió que si podía ayudarle con su auto, quería que le dieran mantenimiento y ella no sabía nada sobre autos.

-Bien llegamos -solté un gran suspiro.

-Todo va a salir bien, tranquilo.

Cómo siempre, me dirigí a abrirle la puerta y ayudarle a bajar. Caminamos hacia la puerta, estaba demasiado nervioso, toqué y abrió mi papá.

- Hola hijo, no te esperábamos - realmente se había sorprendido.

-Hola papá, jajaja pensé pasarme por aquí- mi papá desvío la mirada hacia Liv - papá ella es Liv, mi novia.

-Mucho gusto escuche detrás de mi -Liv también estaba muy nerviosa, tal vez más que yo.

-Mucho gusto -le soltó una sonría - entren, tu mamá está en la cocina.

Entramos, tome a Liv de la mano e hice que me siguiera hasta la sala, mi madre aún no se percataba de nada.

-Zara, ¿Quien crees que vino?- mi padre estaba cerrando la puerta mientras mi madre parecía hacer la cena.

-¿De qué hablas Maximo? -Escuché que mi mamá se acercaba.

-Hola mamá -brillaron sus ojos cuando me miró, se acercó a mi para abrazarme - mamá ella es mi novia Liv.

-Hola señora -Liv apretó mi mano.

-Hola, ¿se van a quedar a comer hijo?- dijo evadiendo a Liv.

-Si, quería que fuese una sorpresa el que viniera a visitarlos.

Mi mamá regreso a la cocina, no faltaba mucho para que terminara la comida, había pasado tiempo que no comía algo que preparará mi mamá.

Nos llamó al comedor, mi papá estaba en el patio leyendo el periódico mientras que Liv y yo en la sala platicando tonterías. La comida transcurrió de forma tensa, pues parecía que Liv no les agradaba, yo solo simulaba que no lo notaba y la intentaba distraer. Al terminar de comer nadie dijo nada, fue un silencio incómodo.

-Creo que es hora de irnos -me dirigí a Liv.

Mis padres se levantaron al igual que nosotros, ayudamos a recoger los platos y acomodamos las sillas.

-Fue un placer -escuché a Liv decir detrás de mi con una timidez que casi nunca tenía.

-A ti hija -contestó mi padre.

Lleve a Liv al auto, regresaría a despedirme de mis padres después.

-Liv, espérame un momento - la deje esperándome en el auto.

Regrese dentro de la casa, miré a mis padres y pude mirar una desaprobación, sólo que en mi mamá se notaba más.

-Bueno, me dio gusto verlos, la próxima vez que vengamos les avisaremos.

-Alaric, ¿ella es realmente tu novia? -mi mamá se veía molesta.

-Si, ¿Por qué lo dices?

-No me agrada, no es buena para ti

-Si la conocieras lo entenderías

-Perdón, pero no lo haré - fue como un golpe en el estómago- No me agrada y no me apetece conocer a alguien en estos momentos.

-Bien. Adiós papá, nos vemos -gire y salí de la casa, detrás de mi cerré la puerta y entré en el auto.

-¿Estas bien? -Liv notó que estaba enojado.

-Si - giré y le solté una sonrisa -vayámonos.

Arranque y salimos lo más rápido que pude de ahí, no había salido como lo había pensado, pero no iba a dejar a Liv sólo porque a mis padres no les agradara que estuviéramos juntos.

Yo la quería y era mi felicidad, no la iba a perder.