Mi vida empieza y acaba contigo

XXXVI

Liv

Todo paso demasiado rápido, fueron entre risas, burlas, no pudimos controlar este sentimiento.

Antes de regresar habíamos tomado un poco, estábamos un tanto distraídos y cansados, pero después de llegar, entramos a casa, Alaric me había hecho reír desde que salimos de aquel restaurante.

Tomó mi mano, me dio una vuelta, como si bailáramos, haciendo que me enredara entre su brazo y su pecho; me abrazo, me besó mi cuello, ¡ah! Eso me encantaba. Podía sentir el calor de su cuerpo junto al mío.

Me perdí entre sus besos, entre sus caricias, entre sus palabras. Me soltó deprisa, de la misma manera me gire y el me recibió con un beso, pude sentir sus manos en mi cintura, trate de levantarme en puntas y cruzar mis manos sobre su cuello.

El amor se apoderó de ambos, con pasos cortos terminamos en la habitación...

-¿Estás segura de hacerlo? -Su voz se cortó un poco.

No contesté; sólo quería que ese momento durará para siempre, quería seguir sintiendo su corazón palpitar rápidamente, que sus besos alrededor de mi cuello fueran cada vez con más pasión. Simplemente no sabía qué contestar. No me sentía tan nerviosa porque él me hacía sentir segura, confiaba completamente en que él jamás me lastimaría. Para ser la primera vez que hacía esto, estaba consiente que quería hacerlo con él y no con alguien más.
Asentí con mi cabeza contestando a su pregunta anterior. Me sorprendí bastante de mí misma, ya que antes solía ser muy indecisa.

Estábamos bajo las sábanas, no sólo podía sentir el amor por Alaric, el uno al otro nos entregamos completamente, el amor se convirtió en algo hermoso, llegamos a ser uno solo. Fue ahí donde olvide todo y fui feliz.