LXX

1.2K 41 0
                                    

Liv

Nos apresuramos con la boda, pensamos en hacerla unos meses después de que la madre de Alaric murió, pero él pensaba que era mejor así, ya que no quería abrumarse con tristeza, mejor celebrar algo que sabía que su madre así lo hubiera querido. Además me agradaba la idea porque así el vestido de novia me quedaría mejor y no se me vería el vientre enorme por el embarazo.

Aunque aún faltaban varios meses ya estábamos planeando todo, pero antes debíamos acabar el primer periodo de la universidad.

-Liv, vamos, que tenemos que llegar temprano.

-Lo sé, lo sé, jajaja.

Alaric ya podía caminar mejor y aveces conducía pero no era muy seguido. De pronto entró a la habitación, aún me estaba maquillando.

-¿Ya estás lista? - Lo miré como si me hubiese enojado.

-No, aún no - me giré hacia el espejo de nuevo.

-Sí, ya estás - Caminó hacia mí - ¡vayámonos!

Me tomó de la mano y me levantó de la silla, se agachó y me cargó sobre su hombro, me sacó de la habitación y me llevó hasta el auto.

-Venga que sin maquillaje te ves más hermosa.

-Jajaja, que gracioso.

-¡Oh, no bromeaba!

-Jajaja, perdón mi amor, pero para mí siempre vas a ser hermosa - Alaric arrancó.

-Sí, pensé que pasaría algo así - abrí la guantera - así que traigo mis reservas - saqué una pequeña bolsa.

Durante el camino hacia la universidad terminé de maquillarme, platiqué con Alaric sobre la boda, cómo quería que fuera, aunque al llegar al tema de los invitados teníamos que invitar a nuestros familiares y yo no tenía a nadie mas que a Hugo y a Lluvia conmigo apoyándome.

-No te preocupes, mi vida, nosotros ya somos familia, ¿verdad, pequeña? - Se acercó a mi vientre.

-¿Cómo sabes que es niña?

-No lo sé, espero que sea niña.

-No, obviamente será un niño, ya dije - me crucé de brazos.

-Bueno, bebé, ya sabes que mami es la enojona, ¡eh! - Ambos reímos.

Llegando a la universidad Alaric me acompañó hasta mi salón, se despidió de mí y se dirigió hacia el suyo. Esa clase me tocaba con Renne y Luna así que me senté junto a ellas.

-¿Que tal va lo de la boda? - Preguntó Renne.

-Bien, va genial, aunque no hemos decidido dónde sería mejor hacerla.

-En uno de esos lugares donde son como un tipo jardín.

-Sí, sí, estaría muy hermoso - decía Luna.

-Quizá, pero aún tenemos que pensar sobre todo lo demás: La iglesia, la acta civil -suspiré. Son demasiadas cosas que pensar.

-¿Y ya viste algún vestido? -Luna se me acercó.

-No, aún no he visto nada.

-Vamos a organizar a las demás y te vamos a acompañar para que te ayudemos a elegir.

-Pero sería hasta después de terminar este periodo de la universidad.

-Vale, vale, pero ya es un hecho - dijo Renne.

Mientras platicábamos llegó el profesor y tuvimos que dejar la conversación para luego. Clases de relaciones públicas, nada difíciles.

Saliendo de clase, Amy me estaba esperando fuera, me despedí de Renne y Luna para ir con Amy a desayunar.

-¿Cómo está Alaric?

-Bien, ya se siente mejor - bajé la mirada - Pero aún lo veo un tanto desganado y en ocasiones triste.

-Sí, es un momento muy difícil, debes estar con él.

-Estoy siempre con él, le ayudo en lo que puedo.

-Mira, ¿qué te parece si nos organizamos para el fin, dejamos que los chicos se vayan y hagan una noche de chicos? - no me convencí mucho - y nosotras nos juntamos en mi casa.

-Quizá es una buena idea, además tengo que contarles algo.

-Vale, entonces déjame avisarle a las demás.

-Bueno vayámonos, hay que entrar a clase.

-Tienes razón Liv, ya es tarde.

Mi salón quedaba antes que el suyo, me despedí de ella y abrí la puerta del salón, pedí permiso al profesor para poder entrar, me senté hasta atrás, envié un mensaje al grupo que teníamos.

-¡Olivia! - Era el profesor.

-¿Sí? - me comenzaba a poner nerviosa.

-¿Quisieras guardar ese móvil? - Varios se giraron a mirarme.

-Sí, profe, perdón.

Esa era mi última clase del día, Alaric ya estaba afuera esperándome, lo había visto atravesar por la ventana de la puerta. Iba a llevarme a la cafetería, él se quedaría conmigo en la pequeña oficina revisando las contrataciones que debían hacer.

-Mi, amor - me besó.

-Vayámonos, cariño que se hará tarde y tengo que ordenar la lista de pendientes para ordenar lo que hace falta del super.

-Sí, lo sé pero no creo que haya problema, mi amor.

-Venga, entonces vayámonos.

Mi vida empieza y acaba contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora