Mi vida empieza y acaba contigo

LXXXI

Liv

-¡Vayámonos ya, Alaric! - Grité desde la sala.

-Ya voy, espera sólo un poco más.

-Venga, que Hugo y Lluvia ya nos están esperando.

-Lo sé, sólo buscaba mis lentes.

-Si entiendo pero... ¡Ah! - Se acerco a mí.

-Ya, mi amor, jajaja - me abrazó y besó mi frente.

-¡Ay! Jajaja.

-¿Qué pasa? - Preguntó.

-No nada, es que acaba de patear.

-Jajaja, mi amor. - se arrodilló y acercó su oído cerca de mi vientre - Mi beba, ya no puedo esperar más a que nazcas.

Acaricié su cabello hasta que se levanto; salimos de casa, Alaric subió las maletas dentro de la camioneta, mientras yo trataba de subir en el asiento del copiloto.

Llegando a la casa de Hugo, le envié un mensaje para que saliera. Vimos una camioneta salir y la seguimos, ya que era Hugo el que iba manejando. Fue algo largo el camino hacia el aeropuerto, aún era demasiado temprano, podía ver la oscuridad en las nubes que lentamente se iban abriendo dejando que el paso de la luz iluminara todo el camino.

-Vale, chicos, vamos que tardaremos en pasar toda la seguridad y tenemos que llegar bien a nuestro vuelo - Hugo nos dijo al bajarse de la camioneta.

-Sí, tienes razón - Lluvia afirmó.

-Jajaja, ¿es mal momento para decirles que nunca había tomado un avión? - Mis mejillas enrojecieron y mis manos comenzaron a sudar ligeramente.

-No, para nada, yo tampoco lo he hecho - Lluvia trataba de tranquilizarme.

-Además iremos en clase ejecutiva, no habrá ninguna razón para que te pongas nerviosa - Hugo bajaba las maletas al igual que Alaric.

Me sentí inútil al no poder ayudar a Alaric con el equipaje, pero el insistía en que yo no cargara nada, ya que podría ser malo esforzarme demasiado por el bebé.
Justo como había dicho Hugo fue demasiado tiempo el pasar la seguridad del aeropuerto, más de una hora y fue algo desesperante para ser mi primera vez que pisaba un avión...La primera vez que iba a volar en uno.

En el momento de despegar, ya nos habían avisado que se podía sentir un poco de turbulencia, así que tomé la mano de Alaric y la estrujé fuertemente.

-Mi amor, tranquila no pasará nada - Alaric giró a mirarme.

-Lo sé, pero nunca me había sentido así - giré para mirarle, pero cerré los ojos.

Él me acarició la mejilla una y otra vez hasta que pasó el despegue, me besó y me miró tiernamente. Se acercó a mi oído y me susurro muchas cosas graciosas, todo por tranquilizarme.

Todo el tiempo de vuelo dormí, aún me sentía muy casada, así que le dije a Alaric que me despertara antes de aterrizar.
Al igual que al entrar, para poder salir del aeropuerto tuvimos que esperar que trajeran nuestro equipaje y que nos dejarán salir.

Fuera del aeropuerto fuimos a rentar un par de autos, subimos todo y salimos hacia el hotel.