XCVI

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Liv

Estaba sentada en la sala, veía la TV. Alaric estaba en el comedor haciendo la cena, era ya más de medio día, se sentía un leve frío en el aire y por la ventana un cielo anaranjado brillaba.

-Alaric, se me ha roto la fuente -dije asustada.

-¡Espera!-corrió hasta mi - traeré tus cosas.

Tomo mi bolso, y me ayudó a subir al auto. Cerré varias veces los ojos para tratar de calmar las ansias y soportar durante todo el camino las contracciones que parecían que cada vez era más fuertes. Alaric trataba de tranquilizarme hasta llegar al hospital.

-¡Ey! - Grito Alaric mientras entrábamos a la recepción del hospital - ¡necesitamos un doctor!.

Un par de enfermeras corrieron hasta donde estábamos parados junto con una silla de ruedas.

-¿Que es lo que sucede? - Pregunto una de ellas.

-Esta por dar a luz - dijo Alaric.

-Hazte cargo -dijo la enfermera - llamaré ala  doctor para que tenga listo el quirofano.

Me llevaron hasta una habitación, Alaric tras de mi iba dándome ánimos. Me ayudó a cambiarme; una bata azul y un par de sandalias antes de entrar.

-Bien, ¿esta lista? - Ximena entro.

-Si - Alaric contesto.

-Puedes entrar con nosotros Alaric, solo que también necesitas cambiarte, ahora mando a alguien para que te traiga la ropa blanca  esterilizada.

-Vale - se agachó frente a mi - se fuerte mi amor, ahora te alcanzo -me beso.

Ximena me llevo hasta el quirofano. Me senté en una silla en la cual se paraba mis piernas, las enfermeros me ayudaron a sentarme y me colocaron monitores y suero. Un instante después la doctora entro, al igual que Alaric.

-Bien, me llamo Alicia y ¿tu?.

-Olivia - dije antes de sentir una fuerte contracción.

-Te voy a ayudar que esta pequeña nazca ¿vale?.

- Si - gemi por el dolor.

-Recargate, y trata de relajarte - Alaric tomo mi mano y yo la estruje muy fuerte - muy bien, respira, respira… eso es.

-Tu puedes mi amor -Alaric acarició mi cabello.

-Muy bien, ahora puja … -Respire profundamente y grite - aquí viene, y ahora puja - el dolor era muy fuerte, trataba de soportarlo - otra vez ¡puja!.

Cerré los ojos, grite y puje. Unos segundos después escuche un pequeño llanto, abrí los ojos y la vi a lo lejos, a mi pequeña hija, a mi beba, a el regalo más preciado que tenía, lo más importante, sobre todas las cosas.

-Padre, corte aquí el cordón - una enfermera tomo algunas toallas blancas - Vale, ahora Olivia descubre tu pecho y acerca a tu pequeña para que pueda sentir tu calor.

Fue entonces que por primera vez cargue a mi beba, la enfermera cubrió mi pecho y a la beba; lloraba y poco a poco se tranquilizó mientras yo le hablaba. Algunas lágrimas se pintaron alrededor de mis ojos y una sonrisa controló mi boca. Alaric se acercó a nosotras y nos abrazo a ambas, ese fue el momento más feliz de mi vida.

-Mi amor, quizá sea muy pronto, pero yo soy tu mamá - ella rió un poco - y quiero que sepas que te amo, eres hermosa y siempre estaré contigo - bese su frente y ella rió.

Mi vida empieza y acaba contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora