Parte 38: Doce rosas rojas.

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JUEVES

―¡Angela! ¡Vuelve! ¡Perdóname!

―¡Ethan! ¡Hijo, por favor despierta!

Abro los ojos, totalmente aturdido. Me duele el pecho, siento sudor en mi frente y lágrimas en mis ojos. Mi madre sigue agitándome de los hombros.

―¡Despertaste! ¡Ethan!―suspira aliviada.

La sensación en mi interior es terrible. Ha sido el peor sueño que he tenido... de hecho me preocupa que se haga realidad. No, no debo pensar eso. No perderé a Angela... me dolería mucho. No puedo.

―¿Qué te pasó?―pregunta mi madre.

―Tuve una terrible pesadilla.

―Eso lo sé, ¿qué soñaste? Todo el tiempo gritabas el nombre de Angela, sobre todo que te perdone. ¿Qué es lo que has hecho?

La miro, tan tranquilizadora como siempre, pacífica, observándome con sus ojos azul cielo y regalándome una acogedora caricia que sólo una madre puede dar.

―Responde, por favor. Me preocupas.

―Me siento muy culpable.―hablo con la voz entrecortada.

―¿Por qué?... Mírate, estás todo sudoroso y con lágrimas en los ojos―niega con la cabeza―. ¿Te has metido en otro problema, Ethan?

Derramo una lágrima, una de las tantas que derramé en el sueño. Me la quita y me abraza dulcemente.

―Estás enamorado, ¿no es así?―susurra en mi hombro.

―¿Así se siente estar enamorado, madre?

Se aleja repentinamente y me observa.

―¿Ya son novios?

Trago saliva, ¿cómo puede saber tanto con sólo mirarme? Me sorprende.

―Sí.―murmuro y bajo la cabeza.

―Entonces, sí estás enamorado, ¿pero por qué estás mal?

Doy un suspiro. Llegó el momento de contarle a alguien, de abrirme. Me hace sentir muy mal.

―Aposté con Justin para acercarme a ella. Él me daría mil dólares en un mes si es que me llegaba a acostar con Angela.―me mira espantada―. Ayer, hablé con Justin y le dije que olvide todo, que cancelaría la apuesta. Pero ahora está amenazándome con decir en la fiesta de graduación toda la verdad y... pues... además de eso me metí en otro problema y otro y otro y...―subo la mirada―No quiero perderla.

―Oh, mi amor―me abraza fuertemente y me acaricia la espalda―. Tranquilo...¿soñaste con que te dejaba, no es así?

Asiento.

―Ethan, mira, si realmente estás arrepentido, todo se solucionará con el tiempo.

―Eso espero.

―¿Te digo algo?―sonríe.―Angela me gusta. Me gusta y mucho. Es tan tranquila y tan tierna. Y se ve que realmente sientes algo por ella. Estoy segura de que ella hará que cambies, si es que te lo propones. Sólo no la hagas sufrir. Es algo que está en tus manos. Solo debes elegir el camino de la verdad.

―No tienes idea de lo fantástica que es. Todo lo que hace, todo lo que dice, como actúa, cuando se enoja―sonrío―. Es maravillosa.

―Tus ojos brillan cuando la mencionas. Creí que esto nunca sucedería―me besa la frente.―Todo estará bien, no te desanimes. Solo no cometas más errores, al menos trata.

Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora