Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETA

Parte 13: "Huyendo de mí" ✔

Narra Angela:

Pasos veloces. Vamos, Angela, ya estás dentro. Ahora solo queda soportar las fuertes miradas de todos directamente hacia ti, y tus grandes cachetes colorados. Sí, puedo con esto, puedo con esto... ¡Ay! ¡Recórcholis! ¿Por qué mi lugar se ve más lejano que nunca? 

Finalmente, llego a sentarme sobre la carpeta. Uff, ¡buen trabajo!

Con desordenados mechones de cabello cayéndome por ambos lados, cubro mi rostro de la forma menos disimulada posible; luego me giro hacia el lado de la pared, tratando de no sentirme más avergonzada. Los murmullos siguen y siguen siendo cada vez más fastidiosos.

—¡Silencio todos! —El profesor golpea su puño contra su escritorio, provocando que todos callen y lo vean—. Ahora que la distracción de la señorita Woodhouse se ha ido, podemos continuar con la clase.

No sé si agradecerle mentalmente, o maldecirlo. Qué tediosa puede llegar a ser la gente que me rodea. Reposo el lado derecho de mi cabeza en la pared color azul acero que tengo al lado. Suelto un suspiro.

Oh, vaya... Sí que me atreví, es decir, ¡me atreví! Yo, Angela Woodhouse, mentí perfectamente, y le mentí a Ethan Gray. Lo más maravilloso es que no me sentí mal de hacerme la "indignada" o "indiferente" porque, de hecho, se lo merecía.

Claro que me importa el haberlo visto con Taylor, claro que me sentí terriblemente mal... pero sé que es por algo realmente estúpido; por algo sin sentido. Igual, fui orgullosa y lo negué todo. Qué bien me siento. Ahora sé por qué la mayoría de los populares actúan así, aunque apuesto a que nadie nunca ha hecho algo así antes con él. Sonrío victoriosa al recordar su cara totalmente desconcertada por mis palabras tan directas. Sí, lo he dejado atontado. ¡10 punto para Gryffindor!

Un momento, ¿acaso dijo que "no le importa" Taylor? ¿Por qué diría eso? Son novios y se supone que le debe importar... ¿O lo dijo solo para que no esté celosa? Bueno, de Ethan Gray se puede esperar todo.

Pero, ¿qué pensará ella?

El tiempo pasa y la clase de Psicología —¡al fin!—, termina. Camino nerviosamente por el pasillo, hasta llegar a mi casillero. Lo abro, coloco los cuadernos dentro y me detengo de golpe al verme frente al pequeño espejo.

Uy. Estoy más ruborizada de lo normal. Hago una mueca de desaprobación mientras río sin ganas.

Soy tan fea.

Y cada parte de mi imperfecto cuerpo lo es, pero lo que más detesto de mi rostro, son mis prominentes y rosadas mejillas. Definitivamente quitaré el espejo.

Frunzo el ceño y saco mi ropa de gimnasia al tiempo que por medito sobre la mala situación que es usar pantaloncillos cortos en público. Es decir, es bueno para ciertas ocasiones extremas por el clima, pero vivimos en un mundo lleno de gente que te ve hasta lo más mínimo: Si tienes las piernas muy delgadas, o muy gruesas, o si tu trasero se nota o no... ¡Y no solo eso! Cada parte de ti la ven de manera sexualizada, ¿qué puedo hacer? ¡No pertenezco a este mundo, simplemente!

Cierro el casillero con fuerza y me desplazo hacia los vestuarios de mujeres, que quedan cerca del gimnasio. Al estar en un lugar seguro y lejano a los seres humanos, me quito la ropa por completo y rápida y toscamente me coloco la camiseta de mangas cortas y los shorts. Cuando termino de acomodarme, voy hacia el espejo para hacerme una coleta alta.

Suspiro pesadamente cuando, en una de esas subidas y levantadas de cabeza, veo a Taylor detrás de mí, teniendo sus asesinos ojos clavados en el reflejo de los míos.