Parte 59: Te enseñaré.

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(...) ¡Oh! Y cómo olvidar el día en que Ethan le enseñó a Angela a andar en una skateboard... O bueno, al menos intentó.

—Tengo miedo, Ethan, no puedo —Angela estaba temblorosa, sujetada fuertemente de la mano de su amado en plena pista vacía. 

Él, solo sonrió con ternura.

—Linda, eres fuerte, valiente e inteligente. Has podido leer dos libros completos en un día, y has logrado superar tu mayor miedo frente a más de doscientas personas. Puedes andar en una simple patineta.

—Es que, yo... Espera, ¡¿qué haces?! ¡Ethan! ¡Ethan! ¡Vuelve!

—¡Estarás bien! ¡Solo trata de mantener el equilibrio!

—¡Esto va muy rápido! ¡Me caeré!

—¡No te cae...! ¡Angela!

Fue corriendo rápidamente hacia ella, quien había caído de bruces al piso, terminando con ambas rodillas golpeadas.

—Dios mío, amor, ¿estás bien?

—Eh... sí —dijo agitando la cabeza y sus lentes—. Casi muero, pero estoy bien.

—Oh, cariño —se arrodilló para plantarle un beso en la frente, como si fuera una niña—. Lo bueno es que vengo preparado para todo tipo de accidentes.

—¿Sabías que me caería? —preguntó la chica con incredulidad.

—Sí. De eso se trata, caer, pero saber levantarte luego. Es como la vida. Así se aprende.

—Entonces creo que la vida me odia —arrugó la nariz.

Ethan volvió a sonreír, pensando en lo que dijo. Qué equivocada estaba.

De su mochila sacó los implementos necesarios para curar la herida y cuando lo hizo, plantó un beso en sus rodillas y manos.

—¿Mejor?

—Mucho.

—Genial, porque lo harás de nuevo.

—¡¿Qué?!

***

¡Ah! Pero no solo él le enseñaba cosas nuevas. Angela no se quedaba atrás. Ya tenía todo listo para cuando se encontró con él en el hermoso parque en el que solían desayunar o recostarse en la tarde para admirar las nubes en silencio.

—¿Qué has traído? —Ethan sonaba curioso.

—Ya lo verás. Será divertido. Tenemos toda la tarde para nosotros y le sacaremos provecho.

—Uhh, me gusta lo que dices.

—Estupendo —contestó con una sonrisa traviesa.

¿Qué tramaba?

—Cierra los ojos.

Éste obedeció de inmediato, acalorado por el sol y... quizás las hormonas.

—Estoy ansioso —masculló.

Angela sacó ciertos objetos de su mochila y las sostuvo en su mano, para ponerlas justo frente a él.

—Quiero que levantes las manos y toques las cosas, luego, quiero que me digas qué es, ¿bien?

Tragó saliva, ahora acalorado y nervioso. ¿Se le estaba insinuando? ¿Quería que la toque... allí? ¿Sus senos? ¿En medio del parque? Difícil de creer, aunque sabía que Angela estaba siendo cada vez más atrevida con respecto a todo, pero jamás creyó que en el aspecto sexual también lo sería.

—Bien... —dijo como pudo, ya que su rápido corazón hacía que jadeara y su voz suene más grave y ronca de lo normal. Carraspeó.

Levantó ambas manos lentamente, mientras se acercaba cada vez más a su pecho.

—A-Angela... ¿E-Estás segu-gura de esto?

—¡Claro! ¿Por qué no? Será divertido —soltó una pequeña risa.

Ethan alzó las cejas. No podía creérselo. ¡Era un sueño hecho realidad!

Con una fanfarrona sonrisa, se acercaba cada vez más a los senos de la joven, hasta que tocó algo suave. Realmente suave. Y... Ethan ya había tocado muchos senos antes, y estos definitivamente no lo eran. Rodeó los objetos con las manos. Eran dos pequeñas esferas de suavidad y...

No aguantó más. Se destapó.

—¡Vamos a tejer! —exclamó Angela entre risas burlonas.

Sabía lo que su enamorado había estado pensando. Oh no, no sería tan fácil.

—Pe-pero... yo creí q-que...

—¡Te enseñaré a hacerlo! Mira, aquí tengo los palitos —levantó los palillos—. Y aquí están las bolitas de lana —las levantó. Eso era lo que había tocado—. Estaba pensando en hacerle una bufanda a Buttercup, ¿qué dices si competimos para saber quién hace la más bonita? Vamos, yo te enseño.

Ethan no salía del shock mental. Rió sin ganas, nerviosísimo. Había sido engañado de la manera más ridícula por la chica a la que tanto le había jugado bromas. Una especie de venganza era dejarlo así de "emocionado".

Las semanas seguían pasando...

Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora