Parte 33: La apuesta.

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―¡Hey!―grita, haciendo que todos, absolutamente todos, claven su mirada en él. Retrocedo unos pasos. ―Quiero decir algo.

Ay no. ¿Lo hará? ¿Realmente lo hará?

―Soy un idiota, probablemente el más idiota del mundo, y quiero que todos lo sepan. ¿Por qué? Porque herí a la chica que me vuelve loco, a la pequeña con la que tuve momentos hermosos, a quién fastidiaba, a quien consideraba una... "ñoña", pero que es la persona más especial que haya conocido. Sí, estoy hablando de Angela. Y quiero decir que la quiero. Que la quiero de verdad. Lo único que deseo ahora es que me perdone, pero que sobretodo, me entienda. Que sepa que no haría todo esto si no me importara. Quiero que sepa que lo que siento por ella es real, intenso y... lo más bello que haya sentido jamás.

Clava su mirada sobre mí y esboza una sonrisa. Mi mandíbula sigue en el piso al igual que la de todos. No sé ni qué decir. Estoy fascinada, embobada, aunque a la vez, fastidiada, hasta avergonzada... pero también me encanta que demuestre que le importo, que de verdad siente algo por mí, y que lo diga frente a todos... no lo sé. Estoy confundida.

El clásico "aww" resuena en la escuela. Algunos sonríen, otros se ponen románticos, y otros se sienten ofendidos: sí, me refiero a las barbies; sin embargo, no veo a la abeja reina, a Taylor.

Mientras tanto, Ethan baja de la mesa y lo miro perpleja cuando se acerca a mí.

―¿Me perdonas?―susurra.
.
―¿Qué es lo que has...?

―Me ha costado mucho hacerlo, por favor, perdóname. Lo he hecho público, te lo he dicho a ti... Lo sé, dirás que estoy loco, pero odio estas cosas ridículas y lo sabes. Entonces, sólo quería que todos sepan lo que siento por ti. Que sepas que no miento, que no me avergüenzo y que estoy realmente arrepentido.

―Ethan...―miro a todo mundo.

Con los labios apretados, ubico mi mirada en mi rubio amigo y mi amiga castaña. Los necesito.

―Dime, por favor, ¿Qué quieres que haga?―suplica en tono triste, hasta podría decir que dolido. El corazón se me encoje, asustándome.

―Te...―bajo la mirada―. Te perdono.

Su rostro se ilumina gracias a una radiante sonrisa, haciendo que sonría también.

―Eres la mejor―me abraza y hago lo mismo, aunque algo extrañada.

Vuelvo a distraerme por un momento, volteando hacia el bullicio que hace la gente. Todos, menos Lucas y Camila, quienes me observan sorprendidos, aunque a la vez enojados.

¿Estoy haciendo algo mal?

―¿Estás bien?―me pregunta Ethan.

―Sí... sólo, que es algo incómodo... Todos nos observan.

―Lo sé.

Como si de magia de tratara, la campana suena y lo alumnos se dispersan.

―Salvados―continúa sonriente.

―Definitivamente hablarán de nosotros durante semanas.

―Que no te importe.

―¿Y Taylor?―pregunto en voz baja.

―No dejaré que te haga algo, y mucho menos que te ofenda.

Me siento ligeramente aliviada. Pasa un brazo por mis hombros mientras entramos al salón de clases. Todos nos miran, todos murmuran. Pero como Ethan dice: "Que no te importe". Sí, es verdad, no me tiene que importar. Aunque, demonios, me siento acosada como si fuera una estrella del espectáculo, y es que tal vez las personas que no me conocían, ahora lo hacen gracias a Ethan.

Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora