Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETA

CAPÍTULO FINAL: ÚLTIMA PARTE

NOTA: Hola a todos, les habla la escritora. Quisiera pedirles, por favor, que voten en cada capítulo si es que están leyendo (o han leído) la historia y les ha gustado. Me ayudarían mucho y a la historia también, así que no se olviden de dejar su voto y, si desean, su comentario. No a los lectores fantasmas :(

***

Canción del capítulo: Beautiful lies de Birdy.

Narra Angela:

¿Qué sucede? ¿Qué es lo que pasa?

Mi mente se nubla por completo en cuestión de segundos. Me siento sofocada, atrapada en medio de una pelea en la que no debería estar. 

Hay una rubia al lado de Justin, al igual que una mujer de cabello castaño, que parece tener treinta años. Todo es demasiado confuso, y yo no dejo de pensar en el beso, ni en las palabras que Justin dijo. La tensión es palmaria.

—Angelita —continúa diciendo con el micrófono—. Lamento que esto tenga que pasar así, pero... ¡Oh! ¡Espera! No lo lamento. Tú y el idiota de tu novio lo merecen. Es más, te estoy haciendo un favor, pero no te preocupes, no tienes que agradecerme.

Me guiña el ojo, para luego darse la vuelta y sujetar un gran sobre amarillo que, al parecer, contiene fotografías. Se las da a la rubia para que se las entregue a todo mundo ante mi atenta mirada.

—¿Qué estás...?

—Justin, no te atrevas. Sé que lo haces porque me odias, pero no lo hagas. Estás cometiendo un grave error.

Me detengo en seco al sentir el brazo de Ethan sobre mí, y diciendo aquellas palabras tan llenas de temor. Como si fuera instinto, me aparto de inmediato.

—¿Qué está pasando?

—Mi amor, vámonos de aquí, por favor.

—No me iré sin saber qué rayos pasa. ¿Por qué todos me miran así? ¿Por qué ríen de mí?

—¡Por favor, vámonos ahora antes de que sea tarde!

Me sujeta con fuerza de la muñeca e intenta llevarme con él, sin embargo yo me quedo en mi posición.

—¿Qué escondes? —pregunto con mucha angustia en mi voz.

—Angela, déjame decirte que tu noviecito te mintió. No solo una vez, sino muchas —Justin interviene.

—No es así —sale de mi boca—. Estás... Estás mintiendo... Él no...

—Entonces explica esto.

Me da una de las fotografías que todo mundo tiene. La sostengo en mi mano, temblorosamente, y cuando las veo, un escalofrío recorre mi cuerpo.

Las lágrimas se escapan de mis ojos tan velozmente que no puedo controlarlo. La humillación y la consternación se apoderan de mí. Tapo mi boca con la mano derecha, y dejo caer el objeto al suelo.

Son fotografías de Ethan dormido sobre una cama, desnudo, abrazando a una chica mientras duerme. Presenciar eso hace que mi corazón se detenga durante unos segundos. Me cuesta asimilarlo, ¡no quiero hacerlo!

—Esas fotos deben ser antiguas. Él no... no lo haría —niego con la cabeza.

—Cariño, lo hizo. Te fue infiel y adivina con quién.

La rubia aparece a su lado, con una gran sonrisa en la cara.

¿Qué?

—Eso no puede ser cierto... —susurro con la boca titubeante, mientras retrocedo algunos pasos.