¡Tú no me cambias!

Cap. 32 La Villana Ataca.

P.O.V Curly

Odiaba lo que había hecho la salvaje con mi cara pero ya me las cobraría. La enfermería estaba a unas cuantas vueltas de la dirección me dirigí tarareando una canción.

No negare que Skayler es muy astuta el hacerse la adolorida para evitar la sanción que de seguro le impondría la escuela, no me importa pagar por ella, al final no me harán nada, ellos no quieren perder una de las pocas alumnas que le da prestigio a la escuela.

la puerta de la enfermería estaba entre abierta así que entre sin problemas.

- ¡Oh!, ¡Los Tortolitos se reconciliaron!, ja, increíble.

Skayler gruño como la perra qug es.

No me sorprende.

-¿Qué quieres Perra?, ¿Otra paliza?

- O si me encantaría, deja y te agendo.- saco mi celular y abro la app de notas - Parece que no tengo libres ningún día, lastima, me voy cariño, tengo que hacerme manicura- Abro la puerta de la enfermería. - Oh Dios se me olvidaban las vendas, que tonta... ¡Ah! Y una cosa más, disfruta mientras puedas querida.

Salí con las vendas en los brazos, ni siquiera me moleste en hablar con el payaso que teníamos como director.

He aguantado mucho, y es hora de una buena venganza.

- ¿Aló?, ¿Curly eres tú?

- Claro que soy yo idiota.

- ¿Qué pasa?, tu nunca llamas.

- No te has enterado, sabes, no importa, se adelanta el plan para hoy, prepara las cosas, no la aguanto un día más.

- Como tu digas princesa, adiós.

Colgué.

Ahora si Skayler, desearás nunca haberte metido conmigo.

P.O.V Skayler

Loca, primero amigable y de pronto se vuelve una loca psicópata, ¡Dios ayudala!

- Vuelve a besarme y te mató, entendido.

Me mando una de sus sonrisas coqueta.

- Sabes que te encanto, y no te lo negare, sentí la necesidad de hacerlo.

- Yo he sentido la necesidad de cagar en momentos incómodos y no voy y me cago el lugar.

Su sonrisa coqueta cayo en una mueca de asco.

- No necesitaba tanta información, Me voy, parece que la enfermera se esta echando una buena cogida con el director.

Se agacho y me beso en la frente, mis mejillas adoptaron un tono rojizo, al darse cuenta de esto me revolvió el cabello tal como una niña pequeña.

- ¡Ya dejame en paz y Largate de una buena vez!

Salio por la puerta carcajeándose de mi.

decidí dormir un poco, a las pocas horas las puertas se abren mostrando una enfermera sudada y fuera de lugar con mi mamá al lado.

Tal vez si es cierto lo que dijo Ryan.

- ¡Mi Amor!, la enfermera me llamo y me lo contó todo, ¿Estas bien?