La Chica Perfecta. ( Chica Duet #2) *Borrador*

Capitulo 5

-Te ves preciosa-Era la quinta vez que Dylan me decía lo hermosa que me veía. Podía sentir el calor en mis mejillas. Y es que no era fácil olvidar lo sentimientos que el me provocaba, era como un pequeño huracán y aun lo sentía, cada que lo tenia cerca, lo quería negar pero me era imposible, sentí demasiado por el como para dejarlo enterrado tan fácil.

-Bueno, soy tu pequeña creación.-Dije mientras me daba la vuelta para dejar que me quitara el saco.

No pude evitar cerrar mis ojos cuando sus dedos rozaron mi piel. Ese pequeño roce mando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

-Relájate Mel-Dijo el cerca de mi oído y lo único que pude hacer fue sonreír.

-Este es tu terreno, no el mío-digo sonriendo, cuando lo tomo del brazo y comenzamos a caminar hacia el salón.

Al momento de entrar al salón, me di cuenta de cuánta razón tenía al decir que era su territorio. De inmediato más de uno se acercó a saludar a Dylan con una familiaridad tremenda, el respondía a los abrazos y a los estrechamientos de manos como si fuera lo más normal del mundo o como si estuviera acostumbrado a recibir toda esta atención.

Todo ese tiempo me mantuve a su lado, no sabia realmente si tenia que dejarlo solo un momento o si siempre tenia que estar a su lado.

-Relájate-Dijo de nuevo y sonrió mientras ponía una de sus manos y me guiaba.

-¿Cómo puedes estar acostumbrado a todo esto?-Pregunte sonriendo mientras tomo una copa de la bandeja de un mesero.

-Llevo años haciendo lo mismo, que te puedo decir.

-¿Cómo hacerlo bien?-Pregunte dando un pequeño trago a mi copa y no pude evitar reír.

-Lo estás haciendo bien.

-Bueno, pues no he hecho nada-Digo riendo.

-Te presentare a algunas personas.

-No quiero dejarte en vergüenza.

-Eres una chica sumamente talentosa, no creo que puedas dejarme en vergüenza en algún momento de tu vida-Sentí como el calor subió a mis mejillas y sonreí.

Me gustaba, me gustaba que el podía confiar en mi.

Tome un sorbo de mi copa y me paralice por completo, del otro lado de la sala estaba Damián con una chica. El sonrio cuando descubrí su mirada y elevo una copa hacia mi.