Capitulo 15

2.1K 155 4
                                    

Entre al edificio de Dylan con solo una cosa en la cabeza, regresarle el auto. Entendía perfectamente sus razones y no las discutía, solo que no me gustaba el hecho de que se sitiera responsable de mí, éramos amigos, eso habíamos acordado cuando nos volvimos a ver aquí de nuevo.

Que me regalara el auto estaba demás, sabía que se preocupaba, él se preocupaba por todo mundo, pero no era necesario que lo hiciera por mí.

Llegue hasta la recepcionista. Era una chica rubia de ojos azules.

-Buenos días, vengo a ver al señor Di castro.

-Permítame-Dice mientras se lleva el teléfono al oído.

Rogué porque no estuviera ocupado y pudiera atenderme rápido.

-Me permite una identificación.

-Claro.-De inmediato rebusque en mi bolso y saque mi carnet de conducir.

La chica le dio los datos a la persona con la que hablaba y después se quedó callada un par de segundos. Mientras la chica esperaba yo solo me fijaba en lo elegante que era la recepción de las oficina.

No sabía en realidad a lo que se dedicaba Dylan, sabía que su empresa era una de las más antiguas en su ramo y algunos detalles más, pero jamás me había puesto a investigo que hacían en realidad.

-Puede subir-Dijo la chica mientras me entregaba mi gafete de visita-Es el piso dieciséis.

-Gracias-Dije mientras me encaminaba hacia el elevador. Tuve la suerte que acababa de llegar uno, presione el botón con el número del piso y me recargue en la pared, justo cuando las puertas se cerraban una chica puso la mano para que no se cerrara del todo y entro al elevador.

La chica tenía el cabello rubio y corto más arriba de los hombros. Talvez Dylan tenía un cliché con las rubias porque había visto a muchas rubias en lo poco que tenía en la empresa y no me extrañaba que su secretaria fuera una rubia.

-Señorita Green, sígame-Dijo... una rubia claro esta y era de esperarse.

Seguí a la mujer por el pasillo, hasta una puerta doble, la chica abrió una y me indico que pasara.

-Gracias-Dije mientras entraba a la oficina.

La chica cerró la puerta de tras de mí.

Dylan estaba sentado con una ceja elevada.

-Sabía que tu oficina parece una escena saca de 50 sombras de Grey-Le dije mientras me encaminaba hacia el escritorio.

El como era de esperarse soltó la carcajada.

-Mis gustos no son esos-Dice cuando ya se calma un poco.

-Bueno pues lo parece, por todas tus rubias.

-¿Mis rubias?

-Si-dije mientas tomaba asiento delante de él.

-No es mi culpa que esté de moda ser rubia.

-Yo no soy rubia-Dije sonriendo.

-Claro que no, eres castaña.

Puse los ojos en blanco antes de sacar las llaves y dejarlas en el escritorio.

-No quiero comenzar todo un discurso de los porque.

-Mel...

-De verdad, no, sabes que no quiero aceptarlo.

-Es un regalo,

-Pero es un auto.

-Pero es un regalo-Dylan comenzaba a hacer esa cara que me derretía el corazón y justo en ese momento odie mi debilidad ante él.

-Sabes que no...

-Vamos a hacer algo, tómalo como un préstamo.

-¿Préstamo?

-Me lo devuelves cuando puedas conseguir el tuyo.

A veces, solo a veces me encantaría poder ahorcar a este chico que una vez tuvo mi corazón en sus manos. 

La Chica Perfecta. ( Chica Duet #2) *Borrador*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora