19. No podré salvarte.

9.9K 790 77
                                    

La camioneta fue golpeado en la parte de atrás, dos veces con fuerza, casi había sentido que el coche se elevaba con el golpe y ella también, para luego volver a chocar contra el suelo de metal.

Lea luchó contra ella misma para poder abrir sus ojos. Le costaba demasiado, y sentía su cuerpo arder, pero sabía que tenía que hacerlo.

Sus párpados finalmente se abrieron y divisó las puertas traseras de la camioneta abriéndose con rapidez, chocando la misma, en la parte de afuera, y haciendo un fuerte ruido que provocó un dolor en la parte derecha de la cabeza de Lea.

Un hombre se preparó contra la punta, agarrándose de la pared con una mano, y disparando un arma hacia el cielo con la otra.

Lea apoyó sus manos contra el suelo e intentó impulsarse, pero la camioneta comenzó a ir de un lado a otro. Cayó nuevamente al suelo, y luego se golpeó contra la pared de metal.

Soltó un gruñido y alguien la tomó del brazo, intentando hacerla quedarse quieta. Pero Lea lo empujó lejos de ella, y no necesitaba mucho para saber que lo había hecho con demasiada fuerza.

Lo escuchó gritar desesperado antes de caer por las puertas abiertas de la camioneta.

Alguien avanzó hacia ella y la empujó contra el suelo, provocando que su cabeza chocara con fuerza, mareando a la muchacha otra vez.

Lea intentó mantener la vista fija en quien estuviera delante de ella, pero antes de poder responder al golpe, una fuerte explosión la asustó.

La camioneta se elevó en el aire desde la parte de atrás, provocando que su cuerpo fuera hacia adelante y luego contra el techo, al momento en que la ésta caía con fuerza al suelo.

Se escuchó el estruendo, y Lea soltó un grito del dolor que eso había supuesto para su cabeza y su cuerpo entero.

Empezó a moverse, intentando empujarse con las manos, pero alguien la tomó del cabello con fuerza, levantándola y tirándola nuevamente contra una de las paredes de la camioneta.

Soltó un gruñido y escuchó una moto a lo lejos. Recordó vagamente a Steve Rogers, llevándola en su moto por la ciudad.

Escuchó forcejeos y golpes, algún que otro disparo, y algo que no podía distinguir correctamente.

Gateó fuera de la camioneta cuando nadie se encontraba allí dentro ya. Sus manos dieron contra los pequeños vidrios rotos sobre el pavimento del exterior y sollozó de dolor.

Pudo distinguir a Steve Rogers con su traje de Capitán América, repartiendo golpes a todos los soldados de Hydra que iban apareciendo. Cada vez eran más, y ella no comprendía de donde salían.

Más allá estaba Iron Man, disparando hacia todas partes con rapidez y precisión con una luz que parecía blanca ante los ojos borrosos de Lea.

Se levantó, pero sus piernas fallaron y volvió a caer. Inspiró hondamente, intentando concentrarse en lo que debía hacer, en que debía correr lejos.

Escuchó a Steve gritar su nombre repetidas veces, pero ella no era capaz de responderle.

Alguien la tomó del brazo con fuerza, arrastrándola sobre el suelo unos pasos hasta levantarla como si no pesara nada. La colocó de pie, aunque tambaleante, y puso un arma sobre su sien.

Todo se detuvo a su alrededor. Todos dejaron de pelear para mirar como Lea era amenazada con un arma en su cabeza.

Ella presionó sus manos con fuerza, aunque eso provocó aún más dolor en las heridas recientes.

—¡Estoy cansado de todo esto!— gritó quien la tenía de pie —¡Si alguien se mueve, la mato!

—No vas a hacerlo, porque la necesitas— escuchó a Tony decir a través del traje.

Daughter Of The Ashes. [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora