Daughter Of The Ashes. [Steve Rogers]

27. Está en un mejor lugar.

"Si esto es lo que quieres, entonces ¿por qué no me dijiste?
No te despediste, ahora te has ido lejos.
¿Qué tienes en mente que no fuiste a planificar?
Primero siempre aprendes a caminar cuando corres.
Yo siempre estaré contigo,
sí, voy a estar siempre contigo

Y es hogar un lugar que llamas propio,
¿Eres feliz ahora?
Sólo sé
Que yo siempre estaré contigo,
Estás tan lejos de mí...
¿Por qué no me llevas contigo?
Por favor, no me dejes solo si puedes,
si lo ha sido para mí,
sé que yo siempre estaré contigo.
Estás tan lejos de mí.

Mándame un deseo o dame una señal,
aunque te hayas ido siempre te llamaré mía.

Y es hogar un lugar que llamas propio.
¿Eres feliz ahora?
Sólo sé
que yo siempre estaré contigo,

Y está bien no apareciste,
pero siempre te llamaré mía."

Steve avanzó el poco espacio que la separaba de Lea, sacando las esposas con fuerza provocando que su cuerpo cayera contra él. La tomó entre sus brazos, arrodillado contra el suelo. Wanda usó esos segundos para retener a Anthony, y dejar que Sharon Carter lo esposara en silencio.

No se había dado cuenta de las lágrimas que se habían comenzado a escapar de sus ojos hasta que éstas cayeron sobre el rostro pálido de Lea. La sangre salía de la herida en su frente, manchado su bello rostro, aunque su espalda se encontraba roja por la herida sobre su nuca.

—Por favor, Lea. Por favor-— susurró, presionando su cuerpo con fuerza contra él, como si su calor fuera suficiente para volverla a la vida —. No me dejes.

—Steve— escuchó la voz de Wanda detrás de él, pero no quiso prestarle atención, no cuando Lea ya no estaba junto a él.

—Lea, por favor, necesito que abras los ojos— dijo entre sollozos.

Tomó el rostro de la joven entre sus manos y esperó aquel milagro, aquel brillo. Pero Lea continuó inmóvil. Apoyó su frente contra el rostro de ella, llorando, enojado, frustrado. Con dolor en cada una de sus células y su corazón partiendose aún más a cada segundo, dejándolo sin aire en sus pulmones, y sin pensamiento alguno aparte de la mujer en sus brazos. Cada vez sentía más frío de parte del cuerpo de Lea y eso sólo provocaba que las lágrimas continuaran cayendo con más rapidez.

Sentía un vacío en él nuevamente, uno que sabía que dolería por mucho tiempo, y no sería fácil de dejar atrás. Porque no era le primera vez que Steve Rogers perdía a alguien que quería.

Tomó la mano de Lea y entrelazó sus dedos con los de ella, presionando levemente. Los dedos de la muchacha, fríos, no se unieron a los de él y la malo permaneció colgando de la suya.

Wanda había caído de rodillas a su lado, y ahora mantenía una mano sobre la espalda de Steve, con compasión. Sabía que ella quería decirle algo pero se mantenía callada intentando brindarle su apoyo al rubio. Se dio cuenta de cuál era el plan, de a dónde llevaba todo eso. Lea había querido morir, y él no lo sabía. Quizás ella había querido dejar aquel mundo desde el momento en que lo pisó, y todo lo que había hecho y dicho había sido una mentira. Pero no podía pensar eso cuando sus últimas palabras seguían resonando en su mente y seguirían haciéndolo durante mucho tiempo. El mundo entero te enseña a amar, pero nunca nadie jamás te enseña a como sobrevivir ante la pérdida de tal amor. Por eso duele tanto.