Daughter Of The Ashes. [Steve Rogers]

26. El Universo sobre él.

El portal cada vez era más grande sobre ellos, y Steve Rogers ya casi no podía ver el rastro del cielo sobre que alguna vez los había cubierto. Todo era una oscuridad infinita que amenazaba con llevarlos dentro muy pronto.

Golpeó fuertemente a un soldado y tomó su arma, lanzándola hacia Falcon que volaba junto a él en el aire, a pocos metros, para que recargara. A su lado, Sharon disparaba rápidamente a todo aquel que se acercara demasiado a ellos. Pero él se detuvo cuando la escuchó gritar.

Un planeta desconocido comenzó a pasar el portal, atravesándolo levemente sobre la superficie, pero golpeando un edificio cercano y alto. Apenas fuerob unos segundos pero el impecto fue bastante fuerte. Steve Rogers avanzó hasta Sharon y la hizo agacharse junto a él, para que el escudo los protegiera a ambos. La vio cerrar sus ojos con fuerza mientras sentía los escombros golpear contra el vibranium.

Se levantó, cubriendo todavía a los dos, para ver al enemigo que se había alejado nuevamente con el reciente hecho. Sharon señaló sin dudar hacia adelante y avanzó, sin darle tiempo para responder, pero para su buena suerte, Natasha llegó junto a ella, disparando hacia los soldados a los que Sharon no alcanza a atacar.

—Necesito transporte— habló Steve al comunicador.

Sin pensarlo, corrió y saltó sobre un auto que comenzaba a elevarse en el aire por la reciente pérdida de gravedad, para tomar impulso y volver a saltar, para ser recibido en brazos de Sam, que ahora volaba a toda velocidad hacia la máquina.

—Debería dejar de llevarte— gritó Sam.

—Perdón— fue lo único que respondió Steve antes de ser soltado sobre un soldado de Hydra. Lo golpeó en el rostro mientras Sam caía al lado de él, disparando mientras usaba sus alas como escudo.

Era impresionante como Hydra había podido seguir de pie después de todo, como seguían teniendo reclutas y seguían peleando. Y empezaba a dudar que ellos fueran todo lo que quedaba de Hydra.

Pudo divisar a los hermanos Maximoff más adelante, intentando llegar a Lea. Pero la idea desesperaba a Steve, lo molestaba. Quería ser él quién la rescatara. Pero con sólo ver el Universo sobre él, dejó su molestia de lado. Sobre ellos, lo que parecían cometas comenzaron a dibujar luces blancas sobre la oscuridad total, en una curva, hasta desaparecer por sobre los edificios.

Las nebulosas sobre ellos eran para sorprenderse, los distintos colores dibujados sobre un negro opaco eran hermosas, y nadie de todos los presentes podía negarlo. Eran colores únicos, en formas distintas a todo lo que habían visto. Pero el portal pareció detenerse por unos segundos, y una luz azul se extendió en poco tiempo para acercarlos aún más a los planetas y sus alrededores, dentro de otra galaxia.

El simple hecho de que el planeta estuviera cerca, provocó que todos pudieron sentir el calor que emanaba inundando las calles. Steve Rogers se colocó detrás de un auto, pero pronto no sirvió de nada cuando éste comenzó a flotar del suelo por la falta de gravedad.

Colocó su escudo en la espalda mientras Sam se hacía a un lado por sus alas. Las armas también empezaban lentamente a flotar, mientras él ya podía sentir su cuerpo más ligero. La desesperación le ganó, provocando que comenzara a correr con rapidez los metros que los separaban.

Evitaba la mayoría de soldados para poder llegar, pero detuvo su paso cuando algo cayó ante sus pies. Una roca espacial de color grisácea había caído al suelo. Si tan sólo hubiera estaba un poco más adelante, lo hubiera golpeado tan fuerte en la cabeza que seguramente lo hubiera dejado fuera de combate por al menos unos minutos. La pateó y siguió corriendo.

Los planetas seguían traspasando el portal, como si realmente estuvieran allí, a sólo metros de la humanidad.

A pocos pasos de Lea, él apareció. Natasha había investigado sobre él mientras estaban escondidos en la central de Shield de Alemania. Había dicho que su nombre era Anthony, uno de los pocas cabezas de Hydra que aún seguía viva. Y él se había llevado a Lea y le había disparado para lograrlo.