DIECISÉIS PRIMAVERAS (en proceso de corrección)

III

Los paisajes cada vez eran más y más bonitos, extensos, llanos, verdes, amarillos, plantados de viña o trigo, algunos recién arados... Llegaban momentos en los que el terreno parecía ondularse como el mar y las crestas de las supuestas olas se alternaban entre el verde más claro y los marrones más oscuros. Cada cierto tiempo se veían preciosas y rústicas villas de color tierra clara, algunas rodeadas por finos y esbeltos cipreses, o estos directamente formaban largas pasarelas a cada lado de los caminos terrosos, desde el comienzo de los caminos a pocos metros de la carretera, hasta poco antes de llegar a la entrada de la villa.

-Cuánto nos quedaremos por aquí?-pregunté esperanzada mientras miraba el paisaje a lo lejos.

-Pues como quieras, con quedarnos una noche...-dejó la frase en en el aire.

-No, si lo digo porque no tengo problema en quedarme por aquí durante unos días-dije haciéndolo reír.

-Entonces nos quedaremos por aquí varios días-sonreí.

Un móvil comenzó a sonar. Aún sabiendo por el tono que no era el mío, me lo saqué del bolsillo trasero del short comprobando que la batería se había descargado por completo.

-Es el mío-dijo Philip sacándose el suyo del bolsillo delantero del pantalón, no sin trabajo. Me lo dio.

-Es Frany-dije aceptando la llamada-Sí?

-Soy Alex, aunque la pesada de mi hermana está aquí al lado deseando robarme el móvil-me dijo haciéndome sonreír levemente.

-Qué tal?-pregunté.

-Nosotras bien... Frany vale ya!-reí.

-Será mejor el altavoz no?-dije haciéndola reír.

-Sí, será mejor. Espera que lo conecto-aproveché para hacer lo mismo.

-Hola Meg, qué tal Philip? Es que no me di cuenta de que se había enfadado hasta que me lo dijo mi hermana-dijo Frany haciendo una carrera con sus propias palabras por ver quién terminaba antes. Miré a Philip divertida, quien sonreía como avergonzado.

-Lo siento chicas, ya está jurado que incluso cuando lo vea intentaré llevarme mejor con él.

-Uy... Hola Philip-dijo Frany bajando el volumen de la voz.

-Meg, cariño, avisa que lo del altavoz iba para las dos y nos callamos-reí divertida al escuchar ahora a Alex pronunciando aquellas palabras entre dientes.

-Es igual-dijo Philip divertido-Así por lo menos puedo disculparme-al escucharlo acaricié su corto cabello detrás de la nuca sintiendo cómo, inclinando levemente la cabeza hacia atrás, respondía a mis caricias.

-No tienes por qué Philip-dijo Alex

-Cómo que no?! Tú di que sí Philip, que los tíos sois muy celosos, sino que se lo pregunten a Sergio.

-Como que tú no eres celosa, mona, que bien que los otros días le preguntaste a gritos en el mercado que qué le gustaba más de la chica que estaba pasando, si su minifalda o su culo-Philip y yo reímos con ganas al escuchar a Alex.

-Pero... Yo soy especial.

-No lo jures- dijimos los tres restantes, pareciendo sincronizarnos y echándonos a reír automáticamente por la coordinación.

-Da gusto hablar con vosotros-ironizó Frany.

Estuvimos hablando con ellas durante otro buen rato, lo que nos aseguró buenas risas mientras tanto.

Tras hablar y despedirnos de las chicas, raramente, hicimos el viaje casi en silencio. Yo mirando el paisaje aparentemente móvil y Philip atento a la carretera, aunque en ocasiones notaba su miraba. Yo sin embargo no quería mover ni un músculo, allí recostada contra el asiento tal y como me encontraba, me sentía cómoda incluso con nuestro silencio y más con el silencio de mi mente. Había desconectado todos mis sentidos literalmente y estaba como en modo off.