Poco después de que Philip le pidiera a Lupe que cenaran ellas solas y lo hicieran, tanto Lilian como Lupe y su nieta se marcharon, por lo que nos quedamos solos.
Eran poco más de las diez.-¿Quieres que vayamos a pasear por la ciudad? Tengo reserva- me preguntó Philip mientras peinaba mis cabellos húmedos con los dedos.
Estábamos en el jacuzzi de la terraza, un lugar fresco y relajante. El jacuzzi estaba tan cerca de la fachada, que si te inclinabas sobre el borde podías ver con facilidad el amplio jardín y la reja cuadriculada de la entrada.
Los suelos de la terraza eran similares a los de la entrada, listones finos de madera, esta más oscura; paneles de cristal rodeaban los límites y hacían de barandillas para evitar accidentes; por otro lado, muebles de rattan gris, como los tres sillones redondos, con cojines blancos, de dos plazas, una mesita redonda rodeada por éstos, y los sillones colgantes en forma de huevo, también con cojines blancos, decoraban la amplia terraza.
-Mm... Tentador- respondí apoyando la cabeza en su hombro mientras miraba hacia arriba, siendo capaz así de ver las pequeñas y abundantes lucecitas parpadeantes al ojo humano, que decoraban el oscuro cielo -Pero solo si me invitas a un helado luego- dije sonriendo mientras abrazaba con fuerza los brazos que ahora rodeaban mi cintura.
Las burbujas me hacían cosquillas cada vez que tocaban mi piel.-Golosa- me dijo riendo entre dientes antes de darme un beso en el cuello.
-¿Por qué crees que estoy contigo?- dije divertida dándome la vuelta para quedar frente a él y poder mirarlo a los ojos. Rodeé su cuello con mis manos, él sonreía levemente. Lo besé.
-¿Te recuerdo a un helado?- bromeó entrecerrando los ojos.
-Bobo- dije salpicándole agua a la cara, lo que provocó su risa.
Hizo que me sentara a horcajadas sobre él, antes de besarme y abrazarme.Tras ducharnos, prepararnos y dejar a Draco en una de la habitaciones de invitados, es que no nos atrevíamos a dejarlo en el jardín, algunos gatos solían colarse y podrían haberle hecho daño. El caso es que después de prepararlo todo, bajamos al garaje y cogimos el Subaru BRZ color azul eléctrico, aparcado junto a la Yamaha YZF R6 de similar color y líneas en blanco y plata. Eran los juguetes de Philip, como a veces el decía.
Nos encaminamos a la ciudad con aquella velocidad a la que yo tanto temía y la que el loco de mi niño parecía disfrutar y tanto amaba.La noche por la carretera de camino a la ciudad, se veía realmente hermosa, fresca, tranquila. El cielo apenas sin espacio entre estrella y estrella... pero conforme nos íbamos acercando a la ciudad todo ello se tornaba más difícil de percibir. Los coches abundaban, con las personas no era distinto, las luces de farolas, edificios y coches hacían posible el largo espacio entre estrella y estrella... Por suerte, el fresco de la brisa aunque pocos grados más cálidos, seguía siendo fresco.
Philip me había dicho que me llevaría a cenar por lo que me vestí con un vestido hasta las rodillas de satén, ceñido y en color negro. Era un vestido de noche con varios pliegues de tela en el centro, nacidos en la zona de los pechos y que se detenía tras hacer una leve curva hacia la derecha, poco antes de llegar a las caderas. Lo cierto es que también era demasiado elegante, al menos eso había dicho Philip antes de salir y qué decir cuando me vio con las sandalias de tacón. Eran color nude, ribeteadas en negro. Y el último detalle, un bolso diminuto de mano en el mismo color de los tacones.
-Nena vas demasiado arreglada- había dicho mientras me miraba en el espejo. Pude ver en su reflejo, que sonreía.
Los coches hicieron que el paseo fuera ya más tranquilo.
-¿A dónde vamos, gordo?- dije mirando por la ventanilla.
-Un restaurante en el que todo está buenísimo y por ser nosotros nos hacen la comida con rapidez, aunque cuidado, algunos empleados son un poco payasos- me advirtió con tono divertido al decir lo último, mientras aparcaba el coche.
Me pareció increíble encontrar aparcamiento.
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DIECISÉIS PRIMAVERAS (en proceso de corrección)
RomanceDieciséis años, hermosa y con ciertas habilidades especiales, inexplicables para ella misma. Ella, la cual nunca pensó en otro hombre que no fuera su padre, tras lograr entrar en el mundo del modelaje, conoce a ese chico... El chico. Te enamorarás...