Capítulo XX

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Regresé a casa y me dejé caer sobre la puerta de entrada. Las lágrimas incontenibles seguían saliendo. Tenía mi mano recién vendada sobre mi boca tratando de no emitir sonido alguno, la otra en mi cabeza despeinando mi pelo. Abracé mis piernas. Solo podía llorar. ¿Por qué? ¿Qué es este sentimiento de culpa? ¿Qué es esto?

En ese momento, la puerta de la cocina se abrió. Gun, con una bandeja con una taza y algo para comer, me miró perplejo. La dejó en la superficie más próxima e inmediatamente se sentó a mi lado. Puso uno de sus brazos por sobre mi hombro. Su otra mano tomo la mía para examinar que era ese vendaje. Se veía confundido.

Pasamos unas horas con mi llanto interminable. Cuando la puerta de la habitación se abrió. L se sobresaltó al ver la escena, miró hacia un costado, luego al piso y finalmente puso sus ojos en la bandeja. Comenzó a caminar con dirección al sillón haciendo una pequeña parada en la bandeja y se puso de un salto en cuclillas sobre el sillón. Dio un sorbo a la taza, en su cara se vio el desagrado. Volvió a sorber. Apoyó la taza sobre el platito que tenía en la otra mano con un ruido que resonó en la habitación. Giró su cabeza hacia nosotros y dijo:

- ¿Qué sucede aquí? - Gun giró su cabeza a mí y yo aparté la mirada. L volvió a beber - ¿Por qué este café esta tan frío? - Sorbió nuevamente y se escuchó como ponía la taza en el plato. - N acaba de devolverme a L... por si a alguno le interesa. -Sorbió por última vez poniendo la taza completamente dada vuelta. - Pero creo que nadie aquí crea que estamos frente a un caso importante y, por ejemplo, decide ir a... jugar con el vecino... y salir herido... - Apoyó la taza vacía en la bandeja - Solo... volveré a trabajar. Gun, ¿podrías hacer lo mismo?

No quería decirle nada, después de todo... yo ya no quería pelear con él. Después de todo, era una de las últimas personas que me quedaban. Después de todo... después de todo... a pesar de todo... lo amo.

- ah, - dijo L deteniéndose- repito: ya me ha devuelto a L...

- Nunca... - dije entre dientes, pasé el puño de mi ropa por mis ojos y hablé algo más claro.- nunca dejaste de serlo. Siempre seguiste siendo el brillante e increíble detective. - un pequeño sollozo salió de mi boca- No necesitas ningún nombre para ser el mejor del mundo... -murmuré de modo que no me oyera- de mi mundo...

Él, sin voltearse, entró en su cuarto. Me dí cuenta de todas las estupideces que hice por un poco de atención. Un poco de atención de la persona equivocada... L jamás me prestaría la atención que quiero comportándome como una niña estúpida. La que probablemente soy...

Me paré decidida. Esperé un poco a calmarme. Gun seguía en el cuarto pero algo alejado, con un par de cosas para tratar mi herida apropiadamente. Lo miré y él se acercó. Puso ese maldito líquido que hizo que mi mano ardiera muchísimo. Me hizo saber que no era tan profundo como para necesitar una intervención quirúrgica. Y se fue del lugar a comprar comida, o algo parecido.

Insípido (Ilegal: Segunda Temporada) [Death Note] *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora