Insípido (Ilegal: Segunda Temporada) [Death Note] *Finalizada*

Capítulo III

Salí del departamento y comencé a caminar. Hacía mucho frio, tanto que vapor salía de mi boca pero igual, me gustaba caminar así. Servía para despejarse aunque aquí no podría resolver nunca un caso... para L esto debe ser una pérdida de tiempo. Pero no me importa, a mí me gusta. Y me gustaría que él fuera distinto... un poco más... cálido no igual a este frío. Pero a mí me gusta el frío... si L fuera cálido no me gustaría. Aunque, cuando quiere, puede serlo. Puedo querer cambiarlo pero cambiado no lo podría querer.

Luego de unos minutos de caminata, me senté en una punta de un banco a mirar la gente pasar mientras que muchas ideas revoloteaban en mi cabeza. ¿Cuál sería la respuesta al caso de L? Tantas chicas desaparecidas... mientras pensaba ponía mis manos dentro de los bolsillos de mi campera y me resbalaba un poco hacía abajo. Suspiré. Miré al cielo, celeste con algunas nubes moviéndose veloces al compás del viento que silbaba enojado.

Cuando quise darme cuenta, había una señora sentada a mi lado. Yo la miré cuando salí de mis pensamientos. Ella me miró y me sonrió. Creo que es la que me preguntó... el edificio del piso... piso... algún piso. Le devolví la sonrisa y volví la mirada para volver a perderme. Ella seguía mirándome, podía verla por el rabillo del ojo. Me estaba poniendo incomoda. ¿Quería algo? ¿Qué quiere? Muy incómoda... La miré tratando de no mover la cabeza mientras sentía que mi cuerpo se olvidaba de como respirar automáticamente y debía hacerlo de manera forzada. Me llevé una mano a la cara y tape mi boca para evitar que el corazón se me saliera. Volví a tratar de verla moviendo unos centímetros mi cabeza. Seguía mirándome con una sonrisa y me habló:

- Disculpa, ¿tú vives en el cuarto?

- Sí...

- ¿Y vives con tu novio?

-mmm... sí – ya me pregunto todo esto, dos veces, pero nunca continua - ¿Sucede algo?

-Siéndote sincera, sí.

-y... - espere a que hablara pero no lo hizo - ¿Qué sucede?

- Bueno... ya sé que son jóvenes... y esas cosas... pero quería pedirte si... podrían no hacer tanto ruido de noche. Sé que solo son unas noches y... pero...

- Espere... ¿Qué? Pero... creo... no creo que seamos nosotros porque bueno... yo duermo durante la noche... toda la noche...

- Pero escucho los golpes de la cama contra la pared desde arriba...

- Le aseguro que no somos nosotros...

- Pero, no creo que sea Greene... él vive solo y es un jovencito encantador. Y más de tu edad, si me permites el atrevimiento, comparado con tu novio... es el chico mudo, ¿no?

- ¿Greene? – no había tiempo para lo otro... y luego de eso, prefiero que no sepa que vivo con dos hombres... no más malentendidos, por favor. - ¿No es que él se mudaría este mes?

-No, él se mudó hace... cinco meses... no lo sé, mi memoria no es la misma...

- ¿Cómo es que nunca lo he visto?

-Trabaja hasta tarde en el restaurante que queda – señaló una de las calles de la plaza – una cuadra hacia allá. Y... querida, tú no sales mucho... Deberías pedirle a tu novio que te saque más...

-¿Sabe qué? Debo irme... -Dije mientras me levantaba acomodándome la bufanda- Un... ¿placer?... placer hablar con usted...

- Espera... - Me alejé a paso acelerado fingiendo no escucharla... - Aun no se tu nombre...