Capítulo XXIV y Capítulo XXV

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Las estaciones pasaron. Los días pasaron. Algunas chicas siguieron desapareciendo... y, honestamente, no tenemos nada. L continuaba repitiendo que sabíamos su patrón, como pensaba, por donde estaba. Pero, realmente, lo único que sabíamos era que había estado más activo este último tiempo... en primavera-verano. Como antes. Jamás logramos encontrar a ninguna de las chicas... ni siquiera sus cuerpos. Simplemente, me aterraba no poder hacer algo. L quería seguir en las sombras porque le parecía que era más seguro para ambos. No quería que ninguno de los dos volviera estar en riego como en el caso Kira... las consecuencias fueron duras. Sincerándome, creo que es la única manera de que podamos resolver esto, juntarnos con el grupo de investigadores que está tratando el caso, al igual que en el caso Kira... pero nadie tenía que morir esta vez, después de todo, no creo que estemos tratando con una libreta que pudiera asesinar a cualquier persona en cualquier parte del mundo... era simplemente un secuestrador, me asusta usar "simplemente" en esa frase pero es la verdad. Nadie debía morir... nadie. Aunque ninguna de esas chicas debe estar con vida a estas alturas. ¿Podríamos haberlas salvado si arriesgábamos nuestras vidas?

Abrí la puerta y encontré a L trabajando en el caso. Pasé gentilmente mi mano por su cabello, entre mis dedos pasaban los mechones de cabello negro. Dejé mi mano en la parte de atrás de su cuello y bese su mejilla. Él ni me miró. Comencé a leer lo que estaba en su pantalla... La primera chica desaparecida. Un escalofrío subió por mi columna, aparte mi mano de él y me agarré los brazos. No tenía ganas de leer aquello así que encendí mi computadora y me puse a trabajar en otra cosa.

Estuvimos varias horas así, silenciosos e inmóviles. Mientras tanto, Gun había entrado a dejarle unos papeles que, según entendí, eran de la policía, su investigación. Volvió a avisarnos que iba a irse para mantenernos informarlo... mantenerlo informado. Los ojos de L recorrían los papeles rápidamente como en una carrera por ver cual llegaba antes a pasar por la línea de la información pertinente. Sin embargo, al llegar al final, ninguno se sintió ganador. Un quejido surgió de L... Probablemente, nada nuevo había allí. Volví a mi trabajo.

Ya estaba anocheciendo, por lo que me levanté de mi lugar a encender la luz. De repente, escuché a L hablar desesperado... Otra chica había desaparecido. Todavía no se podía confirmar que estuviera relacionada con el caso pero, siguiendo el patrón de nuestro criminal, probablemente sería una víctima de él. Ella era una chica normal y corriente, nada excepcional. Trabajaba en un gimnasio dando clases de boxeo. Vivía sola, luego de haberse separado de su pareja quien fue el que la reportó como perdida. Según dijo, mantenían conversaciones casi todas las semanas porque él estaba intentando conseguir una reconciliación. El último mensaje que recibió de ella fue: "Te dije que no quiero volver a verte. Voy a salir con un hombre hoy, y es encantador... No voy a dejar que me lo arruines". Se recuperó la computadora de la joven y una de las páginas que visitaba con frecuenta era una de citas online. Mantenía conversaciones con varios hombres de entre 25 y 30 años, pero uno de ellos llamó nuestra atención. "¿Quieres que nos veamos hoy?" comenzaba la conversación del día de la desaparición.

- Lo tenemos. – Exclamó L excitado -. Allí está.

- No creo que sea tan fácil... Sabes, yo ya he visto la cara de esa foto en algún lugar.

Seguimos leyendo el informe. Los datos del perfil eran falsos. La foto, un actor poco conocido cuya carrera y fama estaba en alza. En estos momentos se encontraban triangulando la posición de la cual se habían envidado los mensajes y su perfil estaba siendo investigado... A pesar de que esta información era tan importante para el caso, no me pude concentrar en ella... más bien, me quedé mirando la cara de felicidad de L al ver este avance tan substancial en el caso. Vi como sus labios que tocaban su dedo pulgar se arqueaban un poco formando una sonrisa.

- Ahora nos toca esperar – le dije mientras me estiraba-. ¿Podrías ayudarme con esto?

- ¿Qué sucede?

- Ya sé que tú no querías este caso, pero ya sabes cómo es nuestro acuerdo... Bueno, mira, aquí tienes la evidencia del caso... todo apunta a... bueno, al sospechoso número uno digamos. Pero... Pero hay algo que me dice que no es él. Aún hay cabos sueltos... pero los investigadores quieren darlo como cerrado. Necesitan mi aprobación... aunque, básicamente, me están obligando a aprobarlo...

- Si hay cabos sueltos, - me interrumpió L mientras pensaba como seguir explicándole-. Si sientes que no es lo correcto, vuelve a empezar. Relee el caso, piensa distinto. Tienes que hacer cosas distintas si buscas distintos resultados...

- Pero, es solo mi intuición, siento que hay cabos suelt...

- Adelante, cuestiónalos. Sigue tu instinto. – hizo una pausa en la que noté que quería seguir hablando pero había algo que no lo dejaba. Su tono bajó pero continuó – Confió en ti.

Una sonrisa se dibujó en mis labios. L seguía mirando a la pantalla, probablemente no quería voltear a verme... seguro se imaginaba la situación. Agaché la cabeza y algo de cabello pasó por mi hombro formando como una cortina entre nosotros. Me hice un poco hacía atrás y aparté mi cabello... no sé en qué momento creció tanto. Volví a mirarlo, él apartó su mirada rápidamente haciendo que me ría suavemente. Inmediatamente, hablé:

- ¿Qué sucede?

- Nada

- ¿Entonces?

- ¿Entonces qué?

- Nada... es solo que... ¿Qué sucede?

- Nada...

Él apartó la mirada, yo me giré para quedar de frente a él. Volvió a mirarme y nuestros ojos se encontraron. Me mordí el labio para no sonreír, pero fue en vano. Regresé mis ojos a él, me miraba fijamente. Me tiré hacia adelante y presioné mis labios contra los suyos. Al principio no lo parecía, pero lenta y tímidamente se fue convirtiendo en un beso. Sin separarnos, me acerqué más a él y, como por arte de magia, mis dedos se enredaron en su cabello. Paulatinamente, L fue cambiando su postura y una mano temerosa se apoyó, primero, en mi hombro para luego moverse un poco más cerca de mi cuello y, finalmente, subió por allí hasta que sus dedos tomaron los bordes de mi cara. 

Insípido (Ilegal: Segunda Temporada) [Death Note] *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora