Insípido (Ilegal: Segunda Temporada) [Death Note] *Finalizada*

Capítulo XXVI

Comencé a buscar mi remera, pero la primera que encontré fue la suya. Él me miró ponermela sin decir nada. Le sonreí mientras se levantaba para volver a la computadora. L miró el tiempo que faltaba para que terminaran de averiguar su ubicación y me avisó que aún faltaba bastante tiempo. Me acerqué a él y pasé mis brazos por su cuello quedando apoyada sobre su espalda desnuda. Él no se inmutaba ni decía nada. Había veces en las que no sabía si estaba a favor o en contra de lo que estaba haciendo. Pero, viendo el lado positivo, podía hacer prácticamente lo que quisiera. Le besé la mejilla mientras seguia apoyada sobre él esperando ver una reacción... nada. Volví a besar su mejilla y luego besé su cuello... besar, morder, es lo mismo, ¿no?

Me levanté y fue en ese momento en el que él se volteó a verme sutilmente. Comencé a rebuscar entre mi ropa un pantalón limpio mientras sentía su mirada clavada en mi espalda... me lo puse. Y me senté a su lado. Entonces, rompió el silencio diciendo:

-¿Podrías decirle a Gun que nos prepare algo de comer?

-Claro - Fui a la puerta dispuesta a salir, sin antes mirarlo una última vez-. Oye, te amo...

Él no respondió y, simplemente, cerré la puerta. Fui a la cocina pero Gun no estaba por ningún lado. Decidí buscar algo que estuviera dentro de mis habilidades de cocina que no superaban hervir un poco de agua. Sin embargo, no pude encontrar nada. Miré el reloj, aún estaba a tiempo de comprar algo.

Salí del departamento, estaban cerrando todas las tiendas. Y no conseguí que nadie me atienda... decidí usar mi último recurso. Prácticamente corrí por la plaza para llegar al restaurante. Aún había luces y la puerta estaba abierta.

- ¡John! -llamé desde las mesas vacías. - ¡John!

- ¡Ya voy! -escuché un grito prácticamente inaudible. Esperé un poco y lo vi salir desde la puerta de la cocina. - Oh, mira quién esta aquí. ¿Qué puedo hacer por tí?

- ¿Podrías hacerme un favor?

- Claro, dime: ¿Qué es?

- ¿Podrías cocinar algo? No quiero nada muy elaborado... es que cerraron los locales y no tengo comida en mi casa y...

-¡Claro! - me interrupió. - pero ya cerré la cocina. Pero si quieres, me puedes ayudar a llevar esas cajas a mi casa y puedo hacerte algo allí. A parte, me debes probar mi comida, ¿lo recuerdas?

Accedí a acompañarlo ya que prometió hacerme comida para ahora y para mañana... mañana se llama L. Caminé detras de él mientras me contaba que era lo que iba a cocinarme y algo de historia detrás del plato... bla, bla, bla. Cuando por fin llegamos, abrió la puerta y me hizo pasar. Procuré que no hiciera mucho ruido para que L no note que estaba allí. Dejé el paquete sobre la mesa ratona frente a mí y miré al rededor.

Su departamento era un poco mas grande que el nuestro. Al menos, tenía una puerta más. De frente a la puerta de entrada, tenía un sillón y, más atras, se veía la cocina separada por una isla. A mi derecha, había una mesa con un par de sillas. Tenía buen gusto. Al lado de la cocina habia 3 puertas, dos habitaciones y un baño, supuse. Pero una de ellas tenía un pestillo.

-¿Qué guardas ahí? - señalé la puerta esa y luego bromee - ¿tienes a las vacas encerradas para que no se escapen?

- No, - se sonrió divertido -. Ahí guardo el dinero y las cosas de valor del restaurante... no vengas a robarme ahora...

-Me lo pensaré - Sonreí falsamente sin dejar de mirar la puerta -. ¿Puedo usar el baño?

- Claro - se volteó con el cuchillo que estaba usando para picar unos vegetales y señaló cual era la puerta con aquel objeto acompañándolo con el cuerpo- es allí.

Caminé lentamente hasta la puerta indicada. Miré de reojo para ver si podia adivinar que es lo que allí había. Pero no tuve suerte. ¿Qué clase de estúpido guarda el dinero con un pestillo al que cualquier persona puede acceder? ¿Por qué no estaba con candado si acabábamos de entrar? Abrí la puerta del baño y me apoyé sobre el lavamanos. Me miré al espejo y pude ver detras de la cortina de la ducha una remera bastante chica como para que le entre a él. Era negra de tirantes y tenía un diseño verde con flores... Abrí la puerta y un conejo negro pasó delante de mis ojos.