Ashley Benson => Michelle Miles
Sus labios eran adictivos, no podía parar de besarla, ni si quiera sé porque, pero no quiero separarme de ella ni de sus labios, bajé mis manos de su cintura a su trasero y la levanté, ella reaccionó al instante y enrolló sus piernas en mi cintura.
-Edgar – dijo con la voz ronca.
-Mmm – respondí dándole otro beso.
-No quiero ir a mi casa.
-No te preocupes iremos a la mía – le di otro beso, ella bajó y la cogí de la mano – vamos a avisar a Matt le diremos que nos lleve a mi casa.
-Vale – bostezó, el olor a alcohol mezclado con su aliento mentolado me invadió.
(...)
-Dios mi cabeza – una voz perforó mi cabeza, me removí en la cama empujando al peso que reposaba sobre mi abdomen al suelo – Au Edgar, me has tirado.
-Cállate – me dolía demasiado la cabeza como para saber quién me hablaba, quien estaba conmigo, como estaba vestida o cualquier otra cosa, así que para que se callara, le tiré una almohada a la cara – quiero dormir.
-Edgar hijo es hora – ups, error, tiré otra almohada a esa persona. Y esa persona era mi madre - ¡Edgar Miles! Os he dejado dormir hasta las 3:00pm es hora de levantarse.
-Lo siento mamá, pero me duele la cabeza. Solo quería dormir.
-Si sigues durmiendo te dolerá más la cabeza cuando despiertes Ed – mi padre llegó a la habitación y tomó a mi madre de los hombros, que miraba a Skyler, que miraba al suelo avergonzada – Yo me encargo cariño – mi madre asintió y se marchó – Hijo, ¿ha sido tu primera resaca? – Asentí - ¿Y la de ella? – señaló a Sky.
-También señor, mi hermano me convenció para ir a la fiesta y tomamos un poco más de la cuenta sin darnos cuenta, lo siento – bajó la cabeza de nuevo.
-Bien, vestíos y bajad a comer, que ya es hora – se marchó de mi habitación dejándonos solos a mí y a Skyler.
-¿Recuerdas algo de anoche? – preguntó cruzando sus piernas como un indio.
-Si – sonreí arrogante.
-Pues ya puedes explicarme porque no recuerdo absolutamente nada – Mi cara cambió por completo.
-¿Nada de nada? – tragué saliva. Ella negó y frunció su ceño. Estaba adorable, parecía una niña pequeña. Una sonrisa boba apareció en mi cara.
-¿Que? ¿Por qué me miras así? ¿Qué paso anoche Edgar? No me digas que tú y yo...
-Te miro porque estás muy guapa con esa camiseta, te ves sexy – ella se miró e instantáneamente se sonrojó – Y en cuanto a lo de anoche, nos lo pasamos muy bien – mi sonrisa coqueta y boba no hacía más que crecer – Nos besamos en la fiesta, me dijiste que no querías ir a tu casa porque estabas muy borracha, y te viniste a mi casa. Te di mi camiseta, y dormimos juntos. Nada más.
-Menos mal – suspiró aliviada – Creí que tú y yo lo habíamos hecho – rió sin gracia – Me gustaría recordar mi primera vez – susurró. Lo dijo tan flojo que casi ni lo oigo.
-Vamos, es tarde, te dejaré ropa de mi hermana y te traeré una aspirina. El baño está allí – le sonreí y salí de mi habitación.
Entré en la habitación de Michelle, hoy no iba a estar en casa así que no le molestaría que le cogiera ropa. Miré su armario, todo eran faldas, pantalones cortos y estrechos y tops. Cogí un top estrecho negro de tirantes que acababa justo debajo de los senos, la parte de los pechos era cruzada, igual que por atrás, cogí una falda negra con flores de colores de tiro alto. Todo eso quedaría muy bien con sus tacones negros.
ESTÁS LEYENDO
¿POPULARES? #Wattys2017
Teen FictionÉL no era como los demás, no buscaba rollos, pero tampoco el amor. Según él, no tenía lo necesario para satisfacer a una chica. ELLA no creía en el amor, creía que era todo fruto del aburrimiento y en gran parte de las hormonas, temía que si estaba...