ÉL no era como los demás, no buscaba rollos, pero tampoco el amor. Según él, no tenía lo necesario para satisfacer a una chica.
ELLA no creía en el amor, creía que era todo fruto del aburrimiento y en gran parte de las hormonas, temía que si estaba...
Joseph Morgan y Candice Accola => Tío Nick y Tía Eliza
-Edgar – mi hermana entró cabizbaja mi habitación – Supongo que querrás una explicación por lo de hoy.
-No creo a Emma – una lagrima cayó por su mejilla – Hey, ¿Qué pasa? Ven aquí pequeña – abrí mis brazos y ella se tiró sobre mí.
-Lo siento – se disculpó – Tenias razón. Dylan es un cabrón, y Dani una puta – las lágrimas no paraban de correr por sus mejillas. Acaricié su pelo.
-Shh tranquila, todo estará bien. Pero ¿a qué se refería con lo de "ya crecerá"?
-Piensa que estoy embarazada – Mi cara palideció – Pero no lo estoy.
-¿Y porque pensó eso?
-Porque me escuchó hablando con una amiga de que su hermana mayor estaba embarazada, y yo le comentaba lo mucho que me gustaría ser madre. Pero que todavía no estaba lista. Lo debió malinterpretar todo.
-Hablaré con ella. No quiero que te vuelva a molestar.
-Está bien. Gracias – Me besó la mejilla.
-Hijo, Kristen está abajo – Mi madre entró en mi habitación - ¿Qué te pasa cariño? – Se dirigió a mi hermana.
-Nada, cosas de adolescentes, tranquila mamá, no es nada – Ambas salieron de mi habitación y apareció Kristen.
-Hola, he venido en cuanto he podido – Kristen se abalanzó sobre mí - ¿Qué ha pasado?
Le expliqué toda la discusión, tanto la de Emma con mi hermana como conmigo, y lo que pasó con Skyler.
-Dios... Es increíble que Emma...
-Lo sé. Y no sé porque me ha afectado tanto – suspiré frustrado.
-¿De veras me estás diciendo que no sabes lo que te pasa? – Preguntó incrédula.
-Bueno, Sky dijo que me gustaba pero... No estoy seguro, sé que Sky me gusta, pero no siento lo mismo por Emma.
-Obviamente no es el mismo sentimiento, pero eso no significa que no sientas nada importante por Emma.
-¿Y cómo voy a saber lo que siento por Emma? Si me he dado cuenta porque me lo habéis dicho todo vosotras.
-Simplemente piensa en ella, piensa en lo que te gusta de ella, o simplemente déjate llevar – se levantó de la cama para marcharse – Hablaré con ella, y tranquilo, no le diré que hemos hablado de tus sentimientos. Adiós Ed.
-Kristen – la llamé. Ella se giró – Gracias, te debo una.
-En teoría me debes muchas – rió – Pero dejamos de debernos algo cuando nos hicimos mejores amigos – me dio un beso en la mejilla y se marchó.
Me tumbé en la cama boca arriba mirando al techo pensativo. Suspiré y cogí un boli y un papel.
Anoté todo lo que me gustaba de Emma, pensé que sería poco, pero terminé escribiendo mucho. Físicamente me gustaba todo de ella, era preciosa, pero eso ya lo sabía desde que la vi por primera vez. Su carácter, ese tan bipolar, me ponía de los nervios a veces pero, me encantaba que fuera una chica fuerte y valiente, que haría lo que fuera necesario por su familia.
-Hijo – mi padre interrumpió mis pensamientos – Baja, ya va siendo hora de hacer una reunión familiar.
Asentí y guardé en un cajón de mi cómoda la lista de las cosas buenas. Cerré el cajón con llave y bajé.
-¿Por qué tenemos que hacer una reunión familiar? – Preguntó mi hermana. Parecía agobiada.
-Porque últimamente vosotros dos habéis estado muy distantes y raros, y creo que ya va siendo hora de hablar – Mi padre habló.
-Y queremos la verdad – sentenció mi madre.
-Vale, tenía novio, Edgar me advirtió sobre él, me dijo que me haría daño y no le escuché. Me engañó, y mi mejor amiga, Dani, me mintió. Así que creo que tengo mis motivos para estar distante – Hizo una pausa - Eso es todo, así que, adiós.
Mis padres no sabían que decir ante eso, intenté irme con Michelle pero mis padres me lo impidieron.
-¿Qué hay de ti?
-¿De mí?
-No, del vecino – dijo mi madre con sarcasmo.
-Son cosas demasiado privadas para que me sienta cómodo compartiéndolas con vosotros.
-Pues de aquí no te mueves hasta que nos lo digas. No me sirve lo de "no me entendéis". Así que no empieces a hablar – El oído de la puerta principal abriéndose nos llamó la atención.
-Oh, vamos cuñado, no seas tan duro con el chico, estoy seguro de que pronto hablará por sí solo.
-Hola, sobrino, decidí venir de visita, perdón por no avisar pero no había cobertura en el avión – Yo reí.
-¿Y tía Eliza?
-Menos mal que alguien pregunta por mí, pensé que no me recordaríais – Mi tía apareció y yo solo me podía fijar en su enorme barriga – Ya son 7 meses – sonrió acariciándola.
-¿Qué está pasando aquí? He escuchado mucho alboroto... - Michi bajó y comenzó a chillar – Tía Eliza! ¿Cuándo habéis vuelto desde Italia? - Preguntó emocionada.
-Hola amor – dijo mi tío con una sonrisa pícara dirigida a mi hermana. Siempre han sido uña y carne.
Mi tío y mi madre, son de Italia, mi madre se vino a vivir a España por trabajo. Pero mi tío Nick se quedó a vivir allí, con mis abuelos, y conoció a Eliza, mi tía.
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-¿Ya tenéis nombre para la pequeña? – Mi padre preguntó interesado.
-Al final nuestra sobrina nos convenció – mis tíos y Michelle se miraron cómplices – Se llamará Leah.
-¡Toma! – Exclamó mi hermana feliz – Hola pequeña Leah– le susurró a la barriga – Bien, hora de instalarse.
