Advertencia (Capitulo 11)

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Mi mente por un buen momento (Había perdido la noción del tiempo, pues no recordaba si habían pasado segundos, minutos u horas) se quedó vagamente recordando la risa dulce de mamá, y no podía dejar de pensar en sus ojos. 

Pronto pose una mano en mis ojos. Los míos le recordaban a papá... muerto.

Mi mente no se apartaba de sus palabras ácidas pero para ella seguramente muy ciertas, demasiado coherentes y para los psiquiatras, policía, amigos, familia e hijos demasiado incoherentes. ¿Acaso yo era el reflejo de mi padre sufriendo? ¿O la desgracia de mi madre? 

Nunca había dejado de pensar todos los días en el psiquiátrico, el odio de Samantha hacia mi... hasta este momento en donde las cosas toman un poco de lugar.

-¿Cass ya despertaste?- era Edward quien tocaba la puerta algo sigiloso. De repente asomo la cabeza- Monstrua ¿Estas bien?- mis ojos se dirigieron hacia él, pero seguramente mi mirada estaba perdida.

-S-sí ¿Si?- no sabía ni qué demonios salía de mi boca, sentía que las palabras que mi boca brotaba no estaban en mi idioma y que estaba hablando en un dialecto perdido. Edward se adentró en la habitación y poso una mano en mi frente.

-Tienes fiebre, baja a comer algo, seguramente es eso- Edward me ayudo a levantarme y caminar hasta llegar al comedor. De repente me sirvió un plato de sopa caliente, era obvio que era de lata pues mi hermanito no sabe cocinar más que un cereal con leche (Y eso que con supervisión mía, pues hasta por esa simple receta es capaz de incendiar la cocina) Mientras la comía él me miraba cauteloso.

-No estás bien- me dice secamente.

-No Ed, no lo estoy- sin más, me di cuenta que minutos antes había estado temblando. Mi respiración comenzó a estabilizarse y el sudor de mi frente comenzó a secarse.

-¿Qué te sucedió?- Edward parecía demasiado intrigado y yo demasiado sensible. No pude evitar dejar escapar unas lágrimas, por lo que mi hermano me observo preocupado- ¿Paso algo con Luke?- yo niego- ¿Entonces?-

-Ayer soñé algo y hoy... de nuevo-

-¿Esa pesadilla de la que me contaste el otro día?-

-No. Edward son recuerdos- mi hermano se quedó callado y se pasó una mano por el cabello.

-¿Recuerdos? ¿Recuerdos de qué?-

-Mi mente me ha estado jugando muy sucio Edward- comencé a narrarle todo, desde el primer sueño, hasta el de hoy. Todo con detalles completos. Mi hermano con cada detalle parecía preocupado y algo alterado.

-Diría que es un milagro que recuperes los recuerdos Cass... pero son recuerdos ¿Positivos? Cass... esto debemos consultarlo con alguien-

-¡No! No, no, no ¡No Edward! Ya no quiero saber nada de psiquiatras... ya no- digo soltando lagrimones. Mi hermano me da un fuerte abrazo.

-Si así lo consideras positivo, así será- mi cuerpo sigue temblando, no puedo imaginar de nuevo una vida con psiquiatras y sedada.

-No Ed. Nunca lo volvería a considerar positivo. No sabes el infierno que viví-

-Supe algunas cosas Cass-

-¡Algunas cosas no bastan para que te imagines lo que sufrí!- Edward me observa enojado. Sé que me estoy alterando demasiado, pero no puedo describir el remolino de emociones negativas que siento. Veo las lágrimas rodando de las mejillas de mi hermano.

-¡Dime Cassie, dime qué demonios sufriste!-

-¿Quieres saber Edward?- subo el volumen de la voz a tal grado que yo misma me tengo miedo.

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