Bienvenida a Casa (Capitulo 5)

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Todos me observaron ansiosos. Seguía solamente yo. Anne entró corriendo a la habitación y se me abalanzó con una abrazo, provocando que casi callera. Yo reí algo nerviosa.

-¿Cassie Sanders?- me tensé ante el abrazo de Anne.

Anne me abrazo aún más fuerte susurró en mi oído:

-Todo estará bien, cuentas con nosotros. Suerte pelirroja ¿Juntas?- abrí los ojos como si hubiera visto un fantasma. Sin embargo el alma de Ágata estaba dulcemente tatuada en las palabras de Anne.

-Siempre- ella sonrió dulcemente sin saber lo que sus palabras habían causado en mi.

-¿Cassie Sanders?- Yo asentí y me dirigí hasta el chico que me nombró.

-Lo harás bien ¡Si se puede!- vitoreó Cameron antes de que me fuera.

Mientras caminábamos por los pasillos podía jurar sentir una fuerte energía a mi lado. Podía imaginarme a Ágata, a mis padres y a mi tía caminando a mi lado, sonriéndome. Podía imaginar una verdadera sonrisa de mi madre pintada en su rostro. Los podía imaginar acompañándome y dándome ánimos para bailar con todo lo que podía.

Atrás del escenario el chico encargado que nos había recibido por primera vez me dijo:

-Sal cuando digan tu nombre y haz lo que se te pida Cassie. Entrega todo de ti si quieres este puesto, lucha por él, no decepciones- me guiñó un ojo- Por cierto lindo cabello, mi nombre es Kellan- sonrió y salió por donde vino.

-Cassie Sanders- se escuchó por un micrófono. Subí al escenario y las luces cegaron mis ojos por unos instantes. Las butacas estaban completamente vacías y los jueces me observaban de una manera neutra y fría.

-¿Tu nombre completo?- pregunta una jueza rubia y con varias curvas.

-Cassie Elise Sanders Lancaster- Me dio risa en ese momento, casi nadie sabía que mi segundo nombre era Elise (Igual que el de Ágata).

 El nombre elegido por mi madre y el cual iba a ser mi único nombre. Pero debido a las locuras de mí padre, como regalo de su último cumpleaños pidió que yo tuviera dos nombres y el primero sería elegido por él. Mi madre y mi tía Jennet aceptaron de mala gana y se sorprendieron por el raro y curioso nombre que mi padre había elegido. Cassie.

El significado me lo dio mi tía cuando tenía 13 años. Cassie era abreviación de Cassandra, profetisa de la lengua muerta. Su significado era simplemente pureza.

-Bien, Cassie, bailaras como si eso salvara al mundo de todo mal. Entregaras todo de ti en este momento para pasar la primera fase. Impresiónanos y llegarás alto- alardeó un juez joven y castaño.

Me coloqué en el piso.

La canción "Hands Of Love" de Miley Cyrus comenzó a sonar. Comencé a moverme a levantarme del piso con movimientos agiles, alargando mis largas y bien delineadas piernas. Cuando me levanté y la parte de la canción más fuerte comenzó a sonar comencé a girar sobre mis pies y mis manos danzaban como si fuera por si solas alrededor de mi cuerpo. 

Giraba y demostraba con cada movimiento la pasión que sentía hacia la danza. En una parte la música sonó algo muerta y de repente el coro sonó. 

Salte y seguí girando y moviéndome y haciendo pasos de los que por el tiempo mi memoria ya no recordó los nombres. Mi cuerpo en cada instante me pedía más de mi misma y yo lo daba. Podía jurar que sentía una explosión de sentimientos, de emoción en mí. Sentía como la adrenalina hacía de las suyas en mí. Me sentía gloriosa y poderosa. De repente las lágrimas botaron de mis ojos por la intensidad del momento. No me detuve, aunque mis piernas ardieran por la potencia. Seguía de pie, demostrando lo que yo podía hacer. En cada movimiento plasmé lo mucho que amaba bailar. Podía sentir la mirada impresionada de los jueces sobre mí, pero ni eso me detuvo, la música seguía y mi mente y cuerpo me exigía seguir dándolo todo. 

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