Mala noche (Capitulo 19)

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Entonces la noche toma aquella magia que abrigaba el alma de aquellos que perduramos entre tragos de todo tipo de alcohol, puros consumidos y bromas de todo tipo así comos los bailes que no permitían descanso. William y yo a duras penas pudimos consumir pequeños tragos de bebidas preparadas por nuestros hermanos bajó su tutela, además de que temíamos que seríamos aquellos que manejarían de vuelta a casa por el estado que en las últimas horas ellos comenzaron a comportarse. Edward se tambaleaba cuando trataba de levantarse y Lisa se reía de los pésimos chistes de la familia, ella no logra levantarse de la mesa y creo que en algún momento ella comienza a hablar griego sin que nadie, más que Edward y yo, le entienda. 

-Detesto verlos así, pero creo que por el momento comienzo a entenderlos- digo cuando William me observa por un buen rato- Se divierten tan poco que es comprensible que quieran pasar una noche así al año, pero ya es tarde y tenemos que levantarnos temprano- Will asiente.

-¿Quieres que te lleve?- yo niego.

-Me tengo que ir con mi hermano- él asiente y yo camino hasta Edward.

-Eddy mañana me tengo que ir temprano a la Uni ¿Recuerdas?- Ed asiente distraído por el alcohol- Vámonos- él se levanta y se despide a trompicones de todos.

-Da-dame las llaves Cassimire- yo rio debido a las babosadas que dice.

-No Eduardo, me lo llevo yo- mi hermano dice unas cuantas cosas y sube en el asiento del copiloto. Mientras subo veo como Will viene corriendo hacia el coche.

-¿Me puedo ir con ustedes? Ya me da miedo irme tan noche- Yo asiento y él sube. Escucho como juguetea con Foxie.

Después de dejar a Will en casa de sus padres mientras mi hermano soltaba idioteces, Edward termino dormido en el asiento. Foxie chillaba mientras trataba de bajarse del asiento, por suerte Ed estaba tan bebido y dormido que no lo notaba.

Cuando llegamos baje primero al ebrio de mi hermano (Del cual fue un verdadero milagro subirlo hasta su habitación) Y luego deje a Foxie en mi habitación envuelto en algunas mantas.

No recordaba cómo se sentía quedarse dormida al instante de tocar la almohada.

Estaba recostada en aquella vieja cama de latón que tanto detestaba tan solo por ser del maldito psiquiátrico. Daba la espalda a la ventana del corredor para admirar las puertas de la ventana que daba al jardín. Esos estúpidos barrotes me impedían admirar el jardín a lujo de detalle. Los gritos y gemidos del psiquiátrico se habían vuelto rutinarios para mí y a pesar de que los odiaba tenía que lidiar con ellos a diario. Este era mi infierno.

Escuche como la puerta se abrió sin embargo no me tome la delicadeza de observar quien era y seguí admirando la ventana.

-Paciente 14- hice una mueca de desagrado. Maldita sea, era de nuevo el imbécil de mi loquero.

-Cassie- dije escupiendo las palabras.

-Me da igual, tienes visitas-

-Mi hermano está en España- dije recordando las palabras de Edward y recordando que día de la semana era.

-No es tu hermano- me dio igual, escuche los pasos de otra persona y como la puerta se cerraba.

-¿Hola?- era la voz de un chico. Los escalofríos me recorrieron la espalda, me gire lentamente para encontrarme con unos hermosos ojos azules.

-¿Quién eres?- mis palabras estaban empapadas de curiosidad.

-Eso no importa- yo lo observe atenta.

-Claro que importa, podrías ser un asesino en serie- el chico dio una carcajada aunque mis palabras eran serias.

-No Cass, no soy un asesino en serie. Solo una persona que tenía inmensas ganas de conocerte- hice un mueca de desagrado.

-¿Y a que vienen esas ganas de conocerme?-

-Porque me habían hablado de ti- dice sonriendo.

-Seguramente pestes-

-De hecho maravillas- yo lo observo atónita. La puerta se vuelve a abrir y aparece el gordo del doctor Kenner.

-Lo siento jovencito pero las horas de visita se acabaron, para la próxima venga más temprano-

-Vengo desde España- dice escupiendo las palabras. Yo sonrió al notar que por fin alguien se enfrenta al gordinflón.

-Pues venga desde España más temprano- Kenner sale de la habitación y el chico entorna los ojos.

-Fue un gusto conocerte- me dice.

-Aun no me dices tu nombre- el chico sonríe y se levanta de la silla, antes de salir se gira para verme.

-William, William Hamilton- yo sonrio- Me puedes decir Will o Liam-

-Mejor te diré Lium- el chico sonríe y sale por fin de la habitación. Todo comienza a perder color hasta quedar todo en una pared blanca.


Me despierto de golpe. ¿A qué demonios justo ahora viene el recuerdo de Will? Los escalofríos me atraviesan constantemente la espalda y mi respiración no para de acelerarse. Todos estos recuerdos comienzan a impactarme de lleno ¿Por qué justo ahora? ¿Qué diablos quiere decir todo ahora? Mi mente suelta cosas al azar. Aunque nada puede estar vinculado ¿O sí? Observo a mí alrededor y siento un leve peso en mi regazo. Es Foxie quien no sé cómo demonios subió a la cama y se acurruco a mi lado y durmió plácidamente. Volví a recostar mi cabeza en la almohada.


Mientras camino por los alrededores del colegio al que asisto no puedo dejar de sonreír al notar las sonrisas de los demás. Mi cumpleaños número 14. Me repito cientos de veces. Me encanta como luce todo, la frescura del colegio.

Mi novio, David, se acerca a mí sonriendo y mostrando sus envidiables ojos verdes. Mi primer amor. Me toma por la cintura y me da un gran beso.

-¡Cassie! ¡Cassie!- llega corriendo mi mejor amiga, Dana Corbut. Su envidiable melena rubia se agita con el compás del viento, cuando se posiciona a mí lado me da un gran abrazo, observa a Nick y ambos dicen:

-¡Feliz cumpleaños Cass!-

-¡Pensé que lo olvidarían!- Dana me sonríe tontamente.

-Por supuesto que no cariño, ¿Cómo olvidarme del cumpleaños de mi novia?- David me da un beso en la cabeza. Dana hace un leve ademan.

-¿Cómo olvidarme del cumpleaños de mi mejor amiga?- yo sonrio y la abrazo.

Nuevamente todo se desvanece. Maldita sea.


-¡Cass! ¡Cassie! ¡CASS!- abro los ojos de golpe ante los gritos de mi hermano. Me levanto de un brinco de la cama y corro hacia su habitación- ¡CASS!- cuando entro lo veo en un rincón de la habitación. 


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