-¿Segura que no la ha visto? Es una chica más o menos de esta estatura- Edward hablaba alterado con una aeromoza, una de verdad y él señalaba su hombro para especificar lo que decía- Tiene cabello rojizo oscuro y ojos ámbar- la aeromoza negó y luego me observó por arriba del hombro de mi hermano, después apunto con su barbilla hacía mi dirección algo apenada. Mi hermano se giró cansado a observarme- Gracias Nicky- la chica asintió y bajó del avión- Maldita sea Cassie, casi haces que me de un infarto- Edward me abraza y entierra la nariz en mi cabello.
-Ya no lo haré- sonrió ante la tonta idea de sonar como una niña pequeña después de ser regañada por su padre por esconderse o perderse en un gran lugar. Edward sonríe y sé que piensa lo mismo que yo. Esta es la extraña conexión que poseemos ambos.
-Vamos por un café- mi hermano me toma del brazo y nos dirigimos afuera del avión. El frío que comienza a aumentar conforme más nos acercamos a Londres se estampa en mis hombros descubiertos, sin embargo no me incomoda o me fastidia, me hace sentir en mi hogar. En el lugar en donde pertenezco- Que fastidio, extrañaré el calor de Australia- me abstengo de hacer un comentario al respecto y me dirijo al interior del aeropuerto para tomar nuestra breve pausa de 30 minutos o al menos eso dijo la aeromoza, la de verdad.
Cuando entramos a la cafetería de aspecto limpio y moderno me siento en una mesa y dejo que mi hermano vaya por nuestros cafés. En la mesa no dejo de observar a mí alrededor en busca de la peluca de Natalia, sin embargo hizo tal cual lo que me había mencionado, desaparecer sin dejar rastro.
-¿Buscas a alguien?- mi hermano tomó asiento delante de mí y me entregó una taza con café- Tres de azúcar- dijo evaluando mi sonrisa torcida. Al tomar un trago del café, la cabeza comienza a dejar de darme tantas vueltas y procuro concentrarme en el sabor del café, un café que valoro en sabor como regular. El frío se vuelve cada vez más irritante por lo que tomo mi abrigo y me lo pongo.
-Debo admitir que extrañaré la cafetería del campus-
-Sé que me dirás que no pero...-
-No- digo sin emoción.
-Pero puedes regresar, Cass estarás a salvo, nada te pasará-
-Sí, si me pasará. Edward le harán daño a Luke ¿Quieres algo peor? ¿Una consecuencia más dolorosa para mí?-
-Luke entendería, él te ama y estoy seguro que lo que más desea es que estés lejos del peligro-
-Iré al centro de la tercera guerra mundial si es por él-
-Tonia ha dicho que tu vestido de graduación es precioso- dice Edward para tomar un rumbo distinto de conversación. Lo observo confusa.
-¿Vestido de graduación? ¡Yo no he elegido nada!- él da una sonrisa torcida.
-Tú no, pero ella sí- le lanzo una mirada asesina y él rápidamente me la devuelve -¿Qué querías? ¿Estar eligiendo un maldito vestido de graduación mientras audicionabas para una oportunidad que desaprovechaste?- observo a mi hermano atónita, realmente impresionada y principalmente destrozada. Después de unos segundos reacciona y busca palabras para retractarse- Yo... yo no quería...-
-Sé lo que querías decir, guárdate las palabras Edward-
-Cass, por favor. No quería hacerte sentir mal-
-Vaya. Sabes, siento que últimamente todos concursan para ganarse el puesto de quien me hace sentir peor- me levanto de la silla y tomo mi bolso para dirigirme a la salida de la cafetería.
-Cass- no presto atención al llamado de mi hermano y camino en dirección a los asientos de espera. Espero callada a que den el anuncio del retomo de vuelo, sin embargo no dejo de sentir la opresión en el pecho y el dolor incesante en la cabeza. Necesito tomar aire, pero no puedo, siento escalofríos en todo momento y sé muy bien que no es cuestión del ambiente. Algo pasa, es un presentimiento.
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Euphoria
Romance*Segunda parte de Parallel* ¿Qué sucede cuando no existe nadie en quien confiar? ¿Qué pasa cuando hasta el amor resulta ser un engaño? ¿En quien confiar en un mundo falso? Todos los sueños se han roto, todo el abismo a regresado. Ya no existe una...