Cruce de historias (Capítulo 35)

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-Son historias la tuya y la mía que no se pueden contar así como así, son historias que se merecen contar con un buen trago de vodka y con alaridos y lágrimas, con descontrol. No digo que nos embriaguemos pero sí que sintamos un poco el dolor-

-Lo siento al rojo vivo, pero creo que por primera vez en mucho tiempo aceptaré la oferta de un trago-

-¿Quieres que empiece?- la chica se quito el gorro del uniforme y rizos rubios oscuros inundaron su cara blanca con leves rastros de pecas.

-¿Con la botella?-

-Con mi vida- yo asiento riendo- Mi nombre es Natalia, tuve una vida muy bonita hasta que cumplí los 18, me encontré con un chico que amé con todo mi corazón y terminó por hacerme mucho daño, tanto que el daño no fue solo emocional sino que también físico, estoy escapando justo ahora de él-

-¿Qué?- mi expresión fue de horror- ¿Cuánto duraste con él?-

-Mucho tiempo, demasiado para que pudiera darme cuenta. En realidad no soy aeromoza, tan solo soy una chica como tú tratando de huir de un pasado- Natalia tomó de la botella y suspiro- Al ver la expresión que tenía ese chico contigo me recordó mucho a alguien que me llegó a querer bastante y que dejé ir, créeme que es una de las muchas cosas de las cuales me arrepiento-

-¿Cómo se llamaba?- ella sonríe sin sentimiento alguno.

-Patrick, su nombre era Patrick. Era el mejor amigo de mi hermanastro-

-De verdad lo lamento- Natalia torció los labios.

-Lo vi en ti después de que te despediste de él, es comprensible que no lo quieras. Cuando conocí a Patrick yo era muy distinta, era la clásica chica universitaria y fiestera y él era el tipo lindo, con buenas intenciones, inteligente y amante de la literatura y el cine. Yo nunca llegué a pensar en tener algo con él, pensé que sería un aburrimiento pero claramente pude haber tenido una buena vida con él en vez de irme con un chico amante de la fiesta y la ilegalidad. No te estoy diciendo que regreses con...-

-Liam- ella sonrió.

-No te estoy diciendo que regreses con Liam, tan solo te digo que a veces es bueno razonar con quien tienes una mejor vida. Sin embargo en cualquier momento tendrás la necesidad del amor y no dudo que llegué a tu vida, mírate. Eres muy joven y eres bella, tienes aun rastro de felicidad y de vida. Hay quienes- toma otro trago de su pequeña botella y al terminarla toma otra de su lado, la abre y vuelve a tomar- Hay quienes, como te decía, no tienen la misma vida latente como tú y un claro ejemplo soy yo. Perdí las esperanzas de vivir, de volver a ser la misma de siempre. Lo que me mantiene en vida es la esperanza de las personas a las que aún les queda un mínimo rastro de mi amor, tengo aun un resto de misericordia hacia el mundo y hacia mi propia alma. No estás perdida, estas en un limbo en el que solo tú puedes definir tu vida, arriesgar el alma y perder lo que amas, solo tú puedes tomar la decisión de saber quién o qué te destruirá, tu eres la única persona con control de ti, tú te puedes dejar destruir o tu puedes ser la que destruya, puedes dejar que te amen o tu puedes amar, puedes dejar que te hagan perder las esperanzas o tu misma puedes darte más ánimos. Así de simple es la vida, solo que nosotros pensamos que hay otros centros en nuestros destinos cuando nosotros mismos somos el centro de un todo-

-Estoy a punto de caminar hacía el peor daño que me pueda provocar-

-¿Por qué no retrocedes?-

-Porque ahí se encuentra la persona que más he amado en toda mi vida, es la única persona en la cual he podido encontrar aquella luz que me mantiene despierta-

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